Ante la polémica entre el sindicato docente Atech y el Instituto de Servicios Sociales, Seguros y Préstamos de la provincia por la prescripción de monodrogas en las recetas de facultativos que atienden a los afiliados, el Colegio Médico Gremial de Resistencia defendió la posición de la obra social y subrayó que los medicamentos genéricos funcionan igual que los remedios de marcas comerciales, en tanto que destacó que para cuidar esta calidad se realizan habitualmente los estudios científicos correspondientes.
Para Humberto Bravo, titular del Colegio Médico Gremial de Resistencia, “el problema del costo de los medicamentos es un fenómeno mundial y atenta contra el financiamiento de todos los sistemas de salud sin excepción; en especial aquellos sistemas de cobertura universal, solidaria y protectores de grupos más vulnerables”.
Al respecto, recordó el reciente informe del centro de investigaciones canadiense Global Research, firmado por el investigador Lexchi Joel, que aborda los ingentes esfuerzos que realizan varios gobiernos como los de Canadá, Nueva Zelanda y Australia, donde existe una fuerte política de prescripción de medicamentos genéricos.
“No debemos olvidar que el Insssep representa un sistema solidario de salud: si bien todos los trabajadores realizan aportes a la obra social, esos fondos no son ilimitados. El desarrollo de políticas de contención del gasto es un aspecto indiscutido ya en todo el planeta con el objetivo de garantizar salud y no lo contrario”, subrayó.
Asimismo, remarcó que “todos los países que mencionamos arriba, y en especial todos aquellos líderes en materia de cobertura, calidad y accesibilidad en salud, han adoptado una política de medicamentos genéricos. Queda claro entonces que este enfoque no resulta de una ocurrencia de nuestra obra social ni de nuestro país, sino que ha sido adoptado de los centros del primer mundo líderes en la materia”.
Iguales
En otro punto, enfatizó que “los medicamentos genéricos funcionan igual que los medicamentos de marca”, y destacó que “para cuidar esta calidad se realizan habitualmente los estudios científicos correspondientes. En todo caso, si alguien tuviese alguna duda, lo lógico sería solicitar a centros de referencia (universidades, laboratorios, entre otros) que analicen diferentes lotes de medicamentos genéricos a fin de garantizar su calidad, y no por el contrario adoptar la posición de defensa de los intereses de las grandes corporaciones farmacéuticas, lo cual sería lamentable y atentatorio contra el sistema, más aún si esa posición proviniera de un sindicato que dice defender los intereses de los trabajadores”.
Explicó que “estos medicamentos son de menor costo ya que no llevan incluidos en su precio los costos previos de investigación (tienen ya patentes universalizadas), tampoco los gastos de promoción, marketing y packaging”. Al respecto, agregó que “la presión de las grandes compañías farmacéuticas es un fenómeno mundial, por lo que esta lucha en defensa del dinero para la salud de los trabajadores no es tan sencilla”.
“El Canadá, por ejemplo, en el año 2008 el costo promedio de los medicamentos genéricos fue de 26 dólares aproximadamente, frente a 66,50 dólares de los medicamentos de marca. En ese país de los 20 mil millones de dólares que se destinan a medicamentos un 70 por ciento se destina a los de marca y un 30 por ciento a genéricos, esto se explica además por la gran batalla que existe en las grandes compañías farmacéuticas que enfrentan al gobierno, las que incluso han llegado a presentar numerosas demandas hasta en la Organización Mundial del Comercio, y eso que estamos hablando de un país líder con una medicina socializada”, reflexionó finalmente.
Fuente: D. Norte
Para Humberto Bravo, titular del Colegio Médico Gremial de Resistencia, “el problema del costo de los medicamentos es un fenómeno mundial y atenta contra el financiamiento de todos los sistemas de salud sin excepción; en especial aquellos sistemas de cobertura universal, solidaria y protectores de grupos más vulnerables”.
Al respecto, recordó el reciente informe del centro de investigaciones canadiense Global Research, firmado por el investigador Lexchi Joel, que aborda los ingentes esfuerzos que realizan varios gobiernos como los de Canadá, Nueva Zelanda y Australia, donde existe una fuerte política de prescripción de medicamentos genéricos.
“No debemos olvidar que el Insssep representa un sistema solidario de salud: si bien todos los trabajadores realizan aportes a la obra social, esos fondos no son ilimitados. El desarrollo de políticas de contención del gasto es un aspecto indiscutido ya en todo el planeta con el objetivo de garantizar salud y no lo contrario”, subrayó.
Asimismo, remarcó que “todos los países que mencionamos arriba, y en especial todos aquellos líderes en materia de cobertura, calidad y accesibilidad en salud, han adoptado una política de medicamentos genéricos. Queda claro entonces que este enfoque no resulta de una ocurrencia de nuestra obra social ni de nuestro país, sino que ha sido adoptado de los centros del primer mundo líderes en la materia”.
Iguales
En otro punto, enfatizó que “los medicamentos genéricos funcionan igual que los medicamentos de marca”, y destacó que “para cuidar esta calidad se realizan habitualmente los estudios científicos correspondientes. En todo caso, si alguien tuviese alguna duda, lo lógico sería solicitar a centros de referencia (universidades, laboratorios, entre otros) que analicen diferentes lotes de medicamentos genéricos a fin de garantizar su calidad, y no por el contrario adoptar la posición de defensa de los intereses de las grandes corporaciones farmacéuticas, lo cual sería lamentable y atentatorio contra el sistema, más aún si esa posición proviniera de un sindicato que dice defender los intereses de los trabajadores”.
Explicó que “estos medicamentos son de menor costo ya que no llevan incluidos en su precio los costos previos de investigación (tienen ya patentes universalizadas), tampoco los gastos de promoción, marketing y packaging”. Al respecto, agregó que “la presión de las grandes compañías farmacéuticas es un fenómeno mundial, por lo que esta lucha en defensa del dinero para la salud de los trabajadores no es tan sencilla”.
“El Canadá, por ejemplo, en el año 2008 el costo promedio de los medicamentos genéricos fue de 26 dólares aproximadamente, frente a 66,50 dólares de los medicamentos de marca. En ese país de los 20 mil millones de dólares que se destinan a medicamentos un 70 por ciento se destina a los de marca y un 30 por ciento a genéricos, esto se explica además por la gran batalla que existe en las grandes compañías farmacéuticas que enfrentan al gobierno, las que incluso han llegado a presentar numerosas demandas hasta en la Organización Mundial del Comercio, y eso que estamos hablando de un país líder con una medicina socializada”, reflexionó finalmente.
Fuente: D. Norte
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