En los próximos días, el gobierno nacional tomaría medidas restrictivas para contener el fuerte aumento de casos de coronavirus. Una de las alternativas que baraja es la imposición de un “toque de queda sanitario”. De hecho, ya tres provincias -La Pampa, Chaco y Catamarca- dieron pasos en esa línea. Las nuevas medidas abren un interrogante respecto al próximo ciclo lectivo: ¿volverán las clases presenciales o, tal como pasó en 2020, se mantendrán las aulas cerradas?
Ante
la consulta de Infobae, el ministro de Educación Nicolás Trotta dijo
que “las políticas restrictivas pueden convivir con el inicio de las
clases presenciales”, aunque de igual modo mostró su preocupación por el
rebrote.
“Las
medidas restrictivas pueden convivir con la presencialidad en las
aulas. Muchos países han fijado políticas restrictivas en lo recreativo y
social y priorizado el mercado de trabajo y la apertura escolar.
Nuestra intención es que la presencialidad sea el ordenador del nuevo
ciclo lectivo, aunque hoy vemos con mucha preocupación el aumento de
contagios. Queremos que se refuercen los cuidados en el verano para
llegar a marzo en una situación mejor”, señaló Trotta.
El
ciclo lectivo 2020 estuvo signado por las clases a distancia. Tan solo
el 1% de los alumnos pudo terminar el año en las aulas. De cara a 2021,
el objetivo es invertir la ecuación: que la presencialidad sea la regla.
Para ello, Trotta despliega una agenda federal. Tiene previsto recorrer
los 24 distritos entre enero y febrero. Comenzó esta semana por el NOA,
y en las siguientes visitará Cuyo, el NEA y la Patagonia. Es que, pese
al cambio de directiva a nivel nacional, serán los gobernadores lo que
definirán la modalidad de inicio.
“Estamos
desplegando en el ámbito del AMBA y las provincias un trabajo de
revinculación educativa para preparar el inicio del ciclo lectivo con un
esquema que permita la mayor presencialidad posible. Siempre hay un
seguimiento de la pandemia. Hoy la situación no es sencilla. Tenemos que
reforzar los cuidados para llegar a marzo en una mejor posición. La
expectativa es que toda la sociedad priorice la escuela”.
El
Gobierno incluyó a los docentes dentro de los grupos prioritarios a
aplicarse la vacuna, detrás del personal sanitario y las personas de
riesgo. Más allá de la definición, hay incertidumbre en torno a los
plazos de la campaña. No se sabe aún cuántos de los pocos más de un
millón de maestros de todo el país se llegará a vacunar antes del inicio
del ciclo lectivo.
“Todavía
no hay una fecha exacta. En pocos días vamos a tener plazos más claros.
Dependemos de cada una de las dosis que vayan llegando al país. Tanto
de la Sputnik V como de las otras vacunas con las que nuestro Gobierno
cerró y está cerrando acuerdos”, dijo Trotta.
-¿La aplicación a docentes llegaría a empezar antes de marzo?
-Sí,
nuestra idea es arrancar antes de marzo pese a que todavía no sabemos
el nivel de cobertura que habrá cuando comiencen las clases.
-De
igual modo, hace un tiempo dijo que la vacunación no era condición sine
qua non para la vuelta a las aulas. Con el aumento de casos, ¿lo
sostiene?
-Nunca
lo fue. La vacuna no es condición indispensable para arrancar, aunque
sí es un elemento que traería mucha tranquilidad a la comunidad. Muestra
de ello son todas las experiencias de regreso que tuvimos en 2020, que
quizás no fueron sustantivas en cantidad de estudiantes pero sí en
cantidad de provincias. Más de la mitad de las jurisdicciones dieron
pasos en sus procesos de revinculación y las experiencias fueron
positivas.
-Algunos dirigentes gremiales dicen que el inicio de las clases sí depende del plan de vacunación.
-Venimos
dialogando con los gremios. Yo vuelvo a lo mismo: la fotografía de lo
que hoy sabemos es muy distinta a lo que sabíamos el año pasado sobre el
impacto de la apertura de las escuelas.
-¿Respecto a que no son grandes vectores de contagios?
-Siempre
teniendo en cuenta la realidad epidemiológica y los cuidados con que se
lleven a cabo las clases. A mí me criticaron porque, en teoría, los
protocolos eran muy estrictos, pero en realidad son lineamientos muy
parecidos a la de la inmensa mayoría de los países. Países como los
europeos que incluso volvieron a las aulas en situaciones de mayor
control. Alemania, que tiene 83 millones de habitantes, volvió cuando
tenía 800 contagios. Por eso las comparaciones hay que hacerlas con
cuidado. En Europa el verano aplacó al virus. En Latinoamérica estamos
viendo un comportamiento distinto.
-Con los niveles de pobreza, sobre todo en chicos y adolescentes, ¿no es todavía más necesaria la escuela en la Argentina?
-En
todos lados la escuela es necesaria. Pero la escuela no se cerró nunca
en términos sociales. Los comedores escolares siguieron funcionando. Los
docentes no dejaron de dar alimento. Obviamente en una situación de
injusticia social como la latinoamericana se agrava todo.
-¿Los indicadores sanitarios que definían si una provincia estaba en condiciones de volver a clases siguen vigentes?
-Siguen
vigentes, pero si hace falta actualizarlos, lo haremos. El compromiso
del gobierno nacional es garantizar la mayor presencialidad posible,
siempre teniendo en cuenta la realidad epidemiológica. Uno observa con
mucha preocupación el desapego a las normas sanitarias que estamos
viendo, sobre todo en algunas ciudades como Pinamar donde el intendente
se pronunció a favor del reinicio de clases, pero hoy no está
desarrollando un control en la playa. Está poniendo en riesgo el
esfuerzo que se hizo durante estos meses.
Fuente: Diario Chaco
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