Debido al agotamiento del recurso humano tras eternos ocho meses de pandemia, recordaron que las prevenciones sólo funcionan si toda la sociedad cumple con ellas.
La atención médica ha demandado incontables cantidades de recursos en esta lucha contra el coronavirus, que ya lleva ocho meses. Incansablemente, los trabajadores de salud lo han dejado todo al servicio de quienes padecieron la enfermedad, pero en varios frentes el recurso más importante se está agotando poco a poco, y es el recurso humano.
Las mascarillas son una fuente de control de las partículas del virus exhaladas por sus portadores. Su uso previene varias enfermedades.
En este sentido, “Todavía queda mucha pelea por dar, y es por eso que insistimos en el uso del barbijo”, expresó a NORTE Andrea Viviana Ojeda, quien es licenciada en enfermería y especialista en epidemiología.
Ojeda, quien además integra el Grupo Centinela de control de infecciones y seguridad del paciente, sostuvo que “todas las medidas que venimos escuchando deben seguir compeliéndose. El distanciamiento físico, el barbijo y la limpieza de manos y desinfección de superficies son medidas que se complementan entre sí, por lo que sólo sirven si todos cumplimos con todas”.
En este sentido, Ojeda recordó sobre el lavado de mano diciendo que las manos “también transmiten el virus, que ingresa al organismo una vez que tocamos nuestra cara”, y volvió a remarcar que “no sirve de nada si llevo barbijo y me lavo las manos, o no tomo distanciamiento.
Por otra parte, Ojeda explicó que está comprobado que las gotículas de saliva que una persona emite cuando, habla, canta, tose o estornuda pueden recorrer una distancia de hasta 90 centímetros. “Esas gotitas pueden estar cargadas de covid-19, es por eso que no debemos olvidarnos de mantener el distanciamiento físico de hasta 2 metros en lo posible”.
“El combo de medidas viene así, y si algo no se cumple, estamos en riesgo”, dijo.
“El barbijo es una doble barrera”
A diferencia de lo que se pensaba al principio, cuando se decía que los barbijos ayudaban a evitar que personas contagiadas le transmitieran el virus a terceros, Ojeda aseguró que el uso de mascarilla también protege a quién las usa.
La enfermera sostuvo que las mascarillas son una fuente de control de las partículas del virus exhaladas por sus portadores, a la vez que bloquean otras infecciosas provenientes de otras personas.
A su vez, señaló que el barbijo casero no tiene el filtro especial que tienen los protectores que se usan en el ámbito sanitario, por lo que su uso social es clave para reducir los contagios.
“Si todos usamos barbijos disminuimos la probabilidad de contagiarnos
en un 70 por ciento. El beneficio individual de usar mascarilla aumenta
a medida que un mayor porcentaje del resto de la comunidad lo hace”,
finalizó.
Fuente: D. Norte
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