El objetivo de la videoconferencia fue plantear alternativas de alivio para las familias en medio de la cuarentena obligatoria, con las clases presenciales suspendidas. Del lado de las cámaras, se planteó que el dictado de clases continúa a distancia, a través de plataformas digitales, y que sostener la liquidación de las cuotas es necesario para pagar los salarios al personal docente y no docente.

Al respecto, el ministro expresó: “En la reunión primó una mirada común y colectiva de solidaridad que nos compromete como sociedad a garantizar el derecho a la educación, entendiendo la difícil situación que atraviesan las economías familiares en momentos de aislamiento obligatorio. Pero también es importante comprender la necesidad de mantener las fuentes de trabajo y el pago de los salarios del personal docente y no docente”.

La posición del sector se mantuvo inflexible en cuanto a una rebaja porcentual de las cuotas, pero hubo aceptación en cuanto a descontar el servicio de comedor.

El sector privado es muy diverso en Argentina. En algunas provincias del NEA y NOA, por caso, la matrícula apenas representa el 10% del total. En cambio, en la Ciudad de Buenos Aires, más de la mitad de los alumnos asiste a sus establecimientos. A eso se le suma la diferencia en cuanto al subsidio estatal: la mayoría de las escuelas privadas pagan al menos una parte de los salarios con los aportes del Estado. Otras, en cambio, solo se sostienen con las cuotas que pagan los padres.