Desde la Casa Rosada pretenden que las subas salariales estén muy por debajo de la inflación del año pasado.
Después de haber fijado un aumento salarial por decreto y el relanzado el programa de Precios Cuidados, el Gobierno nacional redireccionó ahora sus esfuerzos hacia otra variable que considera decisiva en la lucha contra la inflación: los incrementos de salarios.
Con el cronograma de paritarias ya abierto, la Casa Rosada pretende que se imponga una tendencia de aumentos "moderados", muy por debajo de la inflación del año pasado, informaron medios como La Nación e Infobae.
El destierro de la cláusula gatillo es uno de los objetivos principales del gobierno nacional, en busca de "romper la inercia de indexación".
"Queremos evitar que haya una carrera psicológica por el porcentaje, que termine recalentando la inflación y neutralizando los aumentos", dijeron en el sector presidencial de la Casa Rosada, que admitieron que una cifra potable sería el 30%.
"En este primer trimestre necesitamos calmar la economía", agregaron, y señalaron que la meta está puesta en mantener las principales variables bajo control de cara a la renegociación de la deuda, que tiene el 31 de marzo como fecha límite.
Esa lógica imperó en el congelamiento del precio de los combustibles, del transporte y de las tarifas de servicios públicos. "Necesitamos mostrar la sustentabilidad de la deuda, y para eso es importante tener una macro ordenada. Eso incluye el tipo de cambio y la estructura de costos", argumentan en el Gobierno. La prédica ya fue transmitida a empresarios y sindicalistas en el encuentro multisectorial que encabezó Alberto Fernández el 27 del mes pasado.
En la última reunión con los jefes sindicales, Fernández les pidió "que tengan en cuenta la situación y no hagan pedidos desmedidos porque eso repercute en el resultado de la economía".
Fuente: DataChaco
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Alberto Fernández lanzó el pacto social, con empresarios, sindicalistas y agrupaciones sociales. |
Después de haber fijado un aumento salarial por decreto y el relanzado el programa de Precios Cuidados, el Gobierno nacional redireccionó ahora sus esfuerzos hacia otra variable que considera decisiva en la lucha contra la inflación: los incrementos de salarios.
Con el cronograma de paritarias ya abierto, la Casa Rosada pretende que se imponga una tendencia de aumentos "moderados", muy por debajo de la inflación del año pasado, informaron medios como La Nación e Infobae.
El destierro de la cláusula gatillo es uno de los objetivos principales del gobierno nacional, en busca de "romper la inercia de indexación".
"Queremos evitar que haya una carrera psicológica por el porcentaje, que termine recalentando la inflación y neutralizando los aumentos", dijeron en el sector presidencial de la Casa Rosada, que admitieron que una cifra potable sería el 30%.
"En este primer trimestre necesitamos calmar la economía", agregaron, y señalaron que la meta está puesta en mantener las principales variables bajo control de cara a la renegociación de la deuda, que tiene el 31 de marzo como fecha límite.
Esa lógica imperó en el congelamiento del precio de los combustibles, del transporte y de las tarifas de servicios públicos. "Necesitamos mostrar la sustentabilidad de la deuda, y para eso es importante tener una macro ordenada. Eso incluye el tipo de cambio y la estructura de costos", argumentan en el Gobierno. La prédica ya fue transmitida a empresarios y sindicalistas en el encuentro multisectorial que encabezó Alberto Fernández el 27 del mes pasado.
En la última reunión con los jefes sindicales, Fernández les pidió "que tengan en cuenta la situación y no hagan pedidos desmedidos porque eso repercute en el resultado de la economía".
Fuente: DataChaco
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