Nora Aste, especialista en Reumatología y Cuidados Paliativos (Matrícula Nacional 10648), brindó consejos a la población para cuidarse de los rayos ultravioleta (UV). La profesional aseguró que los focos de bajo consumo son los que emiten gran cantidad de rayos similares a los del sol y que es recomendable que las personas los cambien de a poco.
Por otra parte, explicó que el sol emite rayos UV que son dañinos y que pueden provocar envejecimiento prematuro, cáncer de piel o manchas. Pero no es el único agente que emana rayos ultravioleta.
Con respecto a los cuidados, la profesional señaló que «hoy en día, los rayos UV nos atañen a todos, antes sólo algunas personas se cuidaban porque eran muy blancas o por tener lupus. Pero hoy en día estamos mucho más expuestos por la intensidad de los rayos, y también estamos expuestos dentro de casa, porque los focos emiten este tipo de rayos».
Además, la doctora precisó que el foco de bajo consumo es el que emite mayor cantidad de rayos UV. «Lo que aconsejo es que los pacientes de riesgo y los que no utilicen protector solar todo el tiempo», indicó.
Tipos de focos
Actualmente hay tres tipos de lámparas: las de bajo consumo, las intermedias que son halógenas y las led. Las que más daños provocan son las más baratas, las de bajo consumo emiten muchos rayos UV. Mayor iluminación, mayor irradiación de rayos.
Los focos halógenos tienen una emisión intermedia de rayos UV y los led tienen una nula emisión.
«A los pacientes siempre se les decía que tengan cuidado con los tubos fluorescentes porque eran muy dañinos y si ese paciente tenía problemas en la piel o era lúpico, se le pedía que cambiara los focos de su hogar», remarcó Aste en declaraciones a radio Libertad.
Consejos
La doctora precisó que es necesario darle prioridad de cambio a los focos de los lugares donde más tiempo se pasa, como por ejemplo el living o comedor. «Está demostrado que los focos de bajo consumo emiten rayos UV y son iguales de dañinos que los que emite el sol».
Por otra parte, indicó que «en el caso del uso de protector solar se aconseja que sea de factor 30 para arriba. Porque cuando uno usa de menor, la protección es nula».
El protector proporciona una medida del tiempo máximo permitido que pueda la piel estar expuesta a la radiación UV antes de presentar una quemadura: tiempo de autoprotección x FPS = tiempo máximo de exposición al sol.
Entonces, si nuestra piel tarda un minuto en ponerse colorada, con un FPS de 30 podemos estar expuesto al sol durante (1 x 30) = 30 minutos; otra persona cuya piel tarde dos minutos en ponerse colorada podrá exponerse también por un tiempo máximo de 30 minutos con un FPS de 15.
Por otra parte, para el uso cotidiano la doctora precisó que «a los pacientes se les aconseja usar los protectores denominados fluidos, porque los otros, al ser tan espesos, pueden predisponer a tener acné en la cara».
Fuente: La Voz del Chaco
Comentarios
Publicar un comentario