Por Alicia Llaneza (*)
Hasta el 2009 se han venido desarrollando los programas de Becas Estudiantiles con el fin de facilitar la inclusión de niñas, niños y jóvenes en el sistema educativo, de promover la permanencia y condiciones favorables y el egreso de cada uno de los niveles de su trayectoria educativa. Este sistema que contempla casi 50.000 becas permitió que muchos niños, niñas y jóvenes tuvieran la oportunidad de continuar sus estudios.
Entonces, cuando la presidenta de la Nación Cristina Fernández implementa la Asignación Universal por Hijo, por la cual el grupo familiar recibe un fondo por cada uno de los menores que la componen, hasta un máximo de cinco, se universalizan las posibilidades de todos y cada uno superando los beneficios de las becas.
La Asignación Universal por Hijo se propone garantizar el ingreso de niños, niñas y jóvenes al sistema educativo, permanencia y finalización de todos los trayectos escolares; así como la oportunidad del reingreso de alumnos que se hayan visto obligados a abandonar los estudios.
A través de la libreta otorgada a los tutores se contempla la protección de la salud de los niños, niñas y jóvenes. Así, la Asignación Universal por Hijo permite a cada familia, la tranquilidad de una medida política que proporciona cobertura, seguridad y regularidad en la percepción del mismo.
En este contexto se hace necesaria una reformulación del programa de Becas Estudiantiles con el fin de que estas impliquen fortalecer a niñas, niños y jóvenes a quienes se les presentan mayores obstáculos o dificultades para permanecer en el sistema educativo.
Es así que en 2010 se implementan tres líneas de Becas que son las siguientes: 1) pueblos originarios, 2) madres, padres, embarazadas, y 3) alumnos con protección judicial, que contribuyen a mejorar las condiciones institucionales. A esto hay que agregar que en los últimos años los presupuestos educativos se han incrementado en forma constante y que se ha establecido como política de Estado la redistribución de la riqueza.
UN BENEFICIO UNIVERSAL
La Asignación Universal por hijo, implementada por la Señora Presidenta de la Nación Cristina Fernández de Kirchner, constituye una medida de reparación social, igualitaria y revolucionaria destinada a familias y especialmente hacia los niños, niñas y jóvenes. Implica la posibilidad de percibir un beneficio que propicia la igualdad de oportunidades, que garantiza la escolaridad en todos los trayectos educativos como así también los controles periódicos de salud necesarios para cada niño, niña, joven.
Cada familia tiene la oportunidad de hacer ingresar sus hijos a la escuela con la expectativa cierta de que podrán permanecer en el sistema educativo y culminar cada uno de los trayectos escolares ya que la percepción del beneficio es interrumpida y se concreta por cada uno de los estudiantes.
En este marco, se hace necesario articular en redes con las instituciones escolares e instancias del sistema educativo, las instituciones y organizaciones de la comunidad para que, trabajando en conjunto se pueda realizar el seguimiento de la escolaridad de todos y todas, también para propiciar la inclusión de quienes aún permanecen fuera del sistema educativo por distintas causas.
La Asignación Universal por Hijo es una concreción de nuestro Gobierno, depende de nosotros su implementación y seguimiento para que todos los niños, niñas y jóvenes tengan acceso a una educación permanente y de calidad.
(*) Directora de Políticas Socioeducativas
Hasta el 2009 se han venido desarrollando los programas de Becas Estudiantiles con el fin de facilitar la inclusión de niñas, niños y jóvenes en el sistema educativo, de promover la permanencia y condiciones favorables y el egreso de cada uno de los niveles de su trayectoria educativa. Este sistema que contempla casi 50.000 becas permitió que muchos niños, niñas y jóvenes tuvieran la oportunidad de continuar sus estudios.
Entonces, cuando la presidenta de la Nación Cristina Fernández implementa la Asignación Universal por Hijo, por la cual el grupo familiar recibe un fondo por cada uno de los menores que la componen, hasta un máximo de cinco, se universalizan las posibilidades de todos y cada uno superando los beneficios de las becas.
La Asignación Universal por Hijo se propone garantizar el ingreso de niños, niñas y jóvenes al sistema educativo, permanencia y finalización de todos los trayectos escolares; así como la oportunidad del reingreso de alumnos que se hayan visto obligados a abandonar los estudios.
A través de la libreta otorgada a los tutores se contempla la protección de la salud de los niños, niñas y jóvenes. Así, la Asignación Universal por Hijo permite a cada familia, la tranquilidad de una medida política que proporciona cobertura, seguridad y regularidad en la percepción del mismo.
En este contexto se hace necesaria una reformulación del programa de Becas Estudiantiles con el fin de que estas impliquen fortalecer a niñas, niños y jóvenes a quienes se les presentan mayores obstáculos o dificultades para permanecer en el sistema educativo.
Es así que en 2010 se implementan tres líneas de Becas que son las siguientes: 1) pueblos originarios, 2) madres, padres, embarazadas, y 3) alumnos con protección judicial, que contribuyen a mejorar las condiciones institucionales. A esto hay que agregar que en los últimos años los presupuestos educativos se han incrementado en forma constante y que se ha establecido como política de Estado la redistribución de la riqueza.
UN BENEFICIO UNIVERSAL
La Asignación Universal por hijo, implementada por la Señora Presidenta de la Nación Cristina Fernández de Kirchner, constituye una medida de reparación social, igualitaria y revolucionaria destinada a familias y especialmente hacia los niños, niñas y jóvenes. Implica la posibilidad de percibir un beneficio que propicia la igualdad de oportunidades, que garantiza la escolaridad en todos los trayectos educativos como así también los controles periódicos de salud necesarios para cada niño, niña, joven.
Cada familia tiene la oportunidad de hacer ingresar sus hijos a la escuela con la expectativa cierta de que podrán permanecer en el sistema educativo y culminar cada uno de los trayectos escolares ya que la percepción del beneficio es interrumpida y se concreta por cada uno de los estudiantes.
En este marco, se hace necesario articular en redes con las instituciones escolares e instancias del sistema educativo, las instituciones y organizaciones de la comunidad para que, trabajando en conjunto se pueda realizar el seguimiento de la escolaridad de todos y todas, también para propiciar la inclusión de quienes aún permanecen fuera del sistema educativo por distintas causas.
La Asignación Universal por Hijo es una concreción de nuestro Gobierno, depende de nosotros su implementación y seguimiento para que todos los niños, niñas y jóvenes tengan acceso a una educación permanente y de calidad.
(*) Directora de Políticas Socioeducativas
Fuente: D. Chaco
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