Se observan los árboles en su esplendor
La vereda sin árboles, sólo cemento
Injustificable extracción del chivato del hotel Gualok
En la esquina de calle 12 y 25, en la vereda del Hotel Gualok, vivía un chivato.
Su gran porte denotaba su edad, pero su tronco erguido no insinuaba peligro alguno para los transeúntes.
Había sufrido calores y heladas, las napas freáticas altas; y el cemento rodeaba sus raíces. Así, valiente, había resistido décadas.
En enero del presente año pude observar el corte de raíces de varios árboles frente al Hotel Gualok, aunque el chivato no fue tocado. Me dirigí al responsable de la obra dado que también pude apreciar la construcción de un cimiento muy cerca de los troncos. El encargado me informó que TODOS los árboles de la calle 12, frente al Hotel, serían retirados. Sólo dejarían las palmeras.
Tomó intervención, entonces, el Sr. Intendente Municipal, Cdor. Gerardo Cipolini, quien se dirigió a un profesional de nuestro medio vinculado a la obra en cuestión, quien se comprometió personalmente ante él a salvar los árboles.
Asimismo la Arquitecta Laura Morales habló sobre el tema con otros dos profesionales que trabajan con la empresa de Resistencia que tiene a su cargo la construcción del hotel.
Continuaron las obras. Entonces la vereda de calle 25 entre 12 y 14 se construyó sin respetar la ordenanza municipal, en cuanto al nivel y en cuanto al material. Solicité una audiencia al Dr. Daniel Pascual, Presidente de Lotería Chaqueña, apelando a su buena voluntad, a fin de que vele por el cumplimiento de la ordenanza en la parte de vereda que queda por construir: o sea sobre la calle 12.
En la oportunidad también hablamos de la necesidad de conservar los árboles y del carácter de arbolado público que tienen los ejemplares plantados en las aceras de la ciudad de Sáenz Peña.
Lamentablemente la gestión no sirvió de nada y hoy podemos observar que el árbol fue extraído y que han pavimentado el lugar.
Todos deberíamos comprender que no puede haber progreso sin respeto por la ley. Las ciudades existen porque existen reglas que regulan la convivencia. A medida que las relaciones se complejizan surgen intereses encontrados sobre los mismos espacios.
Las leyes deben contemplar las nuevas situaciones y se dictan siempre teniendo en consideración el Bien Común.
La Ordenanza Municipal Nº 1147 de 1986 sobre Arbolado Público establece que “toda persona física o jurídica, pública o privada tiene prohibido la poda, tala y eliminación total o parcial del arbolado, quedando estas tareas bajo la competencia exclusiva de la Municipalidad” (art. 3).
Ante el hecho consumado, llevado a cabo con la celeridad propia de los actos faltos de valor y honor, surgen muchos interrogantes: ¿Cómo recuperamos lo perdido?, ¿Quién se hace responsable?, ¿Ayuda una multa?, ¿Compensa la pérdida de un emblemático ejemplar con la plantación de un arbolito que tardará años en crecer?.
Ni siquiera podemos tener el consuelo de que profesionales, HIJOS de esta ciudad, vinculados a la obra en cuestión, hayan tenido la actitud honorable de dirigirse a las autoridades competentes a fin de impedir el avasallamiento de la empresa, extraña a nuestra ciudad, autora del hecho que nos ocupa; la que con total falta de consideración, hacia los habitantes de esta comunidad, no dudaron en atentar contra nuestro patrimonio natural.
Alicia Gaña
Directora de Promoción Cultural
Abogada Historiadora
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