Se extendió “por más de tres horas”, sin que ninguno de los asistentes abandonaran el lugar. Todos permanecían absortos, expectantes, curiosos de lo que allí se decía. Los ya mayores relacionábamos con propias experiencias, y los más jóvenes iban conociendo de nuestro pasado.
Yo personalmente, lo viví como un homenaje a nuestra identidad, y me sirvió para querer y valorar más todo lo que me rodea. Las experiencias relatadas por cada uno de los disertantes (que fueron muchos), movilizaron experiencias propias. Quién más, quién menos, lo relacionó a su manera.
Gracias entonces Alicia, por ocuparte que sea así. Admiro que quites tiempo a tu descanso y lo dediques a organizar encuentros como éste. El tuyo fue un trabajo intenso, hecho con amor, y que solo así pudo resultar tan emotivo.
Gracias por rescatar nuestras raíces, por ocuparte de nuestros inmigrantes y su esfuerzo, por recopilar datos y hacerlos luego conocer. ¡Adelante!
El espíritu de nuestros ancestros está presente en tu actividad y ellos fueron los que dejaron el ímpetu para seguir adelante y el ejemplo de honestidad y trabajo.
Natalia Prokopiuk
LC Nº 4.299.258