Dice la mitología urbana que «la vida es un viaje», y vaya si el Plan conoce de ellos. Viajes por la ciudad, por el campo, por rutas, por caminitos y de a pie, en el barro, en el ripio. Con frío y con calor, nublado o con pandemia.
El Plan vivió en estos tres años una trama de historias, una más linda que otra, nos hizo conocer gente, linfa, derecha, útil, ética, en muchos casos sin que ellas mismas lo supieran.
Esta mañana el destino era el más lejano de todos, hasta ahora. Machagai, la ciudad de las diagonales, para leer en el Anexo de la UEGP N° 22 Nuestra Señora de Fátima y así, cerrar el círculo con esa institución a la que visitamos el año anterior en su sede de Quitilipi.
En el horario pactado las cuatro lectoras voluntarias saenzpeñenses estuvieron sentadas frente a la mesa de libros. Habitada está vez por una veintena de nuevos ejemplares donación de la familia de nuestro entrañable Gustavo Roldán.
Los chicos del Fátima de Machagai eran unos doscientos esperándonos. Decidimos repartirlos de cien en cien. Y comenzamos con el ciclo básico. La mañana soleada,de temperatura ideal parecía tenerlos aletargado, pero a la primera poesía recitada por Mercedes todo cambió, como sólo puede hacerlo la poesía.
La entonación actoral de nuestra lectora, el texto poblado de lengua guaraní fue ganando el entusiasmo de los pibes que de ahí en más, acompañaron expectantes cada texto leído.
«Amar la trama y no el desenlace» dice el maestro Jorge Drexler, y eso hacemos en cada encuentro lector. Amar, leer, recitar, reír, contar, interpretar. El Plan encendió la llama lectora lejos de su casa, de ese escenario natural donde lee cada día. Sin embargo, los efectos fueron los mismos, chicos sonrientes, pidiendo más lecturas. No querían que nos fuéramos y si lo hacíamos que prometieramos volver
El Plan de Lectura vivió otra jornada excepcional, nos sentimos a gusto, respetados y estimados. Los libros son buena adarga contra la mediocridad, la sinrazón y el maniqueísmo.
En un mundo que ve todo en blanco y negro, las lecturas nos enseñan que todo está lleno de matices. Y que una de las mejores cosas que inventamos los seres humanos son los libros. Tanto son buenos que casi no han cambiado nada desde alumbraron como códices de los imperios.
Gracias Fátima, gracias profesores y directivos, gracias Machagai pero sobretodo gracias chicos por la escucha atenta y el respeto y por transmitirnos con el brillo de sus ojos , la esperanza de que un mundo mejor siembre es posible.
Fuente: Cultura S P
El Plan vivió en estos tres años una trama de historias, una más linda que otra, nos hizo conocer gente, linfa, derecha, útil, ética, en muchos casos sin que ellas mismas lo supieran.
Esta mañana el destino era el más lejano de todos, hasta ahora. Machagai, la ciudad de las diagonales, para leer en el Anexo de la UEGP N° 22 Nuestra Señora de Fátima y así, cerrar el círculo con esa institución a la que visitamos el año anterior en su sede de Quitilipi.
En el horario pactado las cuatro lectoras voluntarias saenzpeñenses estuvieron sentadas frente a la mesa de libros. Habitada está vez por una veintena de nuevos ejemplares donación de la familia de nuestro entrañable Gustavo Roldán.
Los chicos del Fátima de Machagai eran unos doscientos esperándonos. Decidimos repartirlos de cien en cien. Y comenzamos con el ciclo básico. La mañana soleada,de temperatura ideal parecía tenerlos aletargado, pero a la primera poesía recitada por Mercedes todo cambió, como sólo puede hacerlo la poesía.
La entonación actoral de nuestra lectora, el texto poblado de lengua guaraní fue ganando el entusiasmo de los pibes que de ahí en más, acompañaron expectantes cada texto leído.
«Amar la trama y no el desenlace» dice el maestro Jorge Drexler, y eso hacemos en cada encuentro lector. Amar, leer, recitar, reír, contar, interpretar. El Plan encendió la llama lectora lejos de su casa, de ese escenario natural donde lee cada día. Sin embargo, los efectos fueron los mismos, chicos sonrientes, pidiendo más lecturas. No querían que nos fuéramos y si lo hacíamos que prometieramos volver
El Plan de Lectura vivió otra jornada excepcional, nos sentimos a gusto, respetados y estimados. Los libros son buena adarga contra la mediocridad, la sinrazón y el maniqueísmo.
En un mundo que ve todo en blanco y negro, las lecturas nos enseñan que todo está lleno de matices. Y que una de las mejores cosas que inventamos los seres humanos son los libros. Tanto son buenos que casi no han cambiado nada desde alumbraron como códices de los imperios.
Gracias Fátima, gracias profesores y directivos, gracias Machagai pero sobretodo gracias chicos por la escucha atenta y el respeto y por transmitirnos con el brillo de sus ojos , la esperanza de que un mundo mejor siembre es posible.
Fuente: Cultura S P
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