A través de una publicación en formato audiovisual, el Instituto de Ictiología de la Facultad de Ciencias Veterinarias planteó preocupaciones.

A través de las imágenes del documental posteado por la página oficial de la UNNE, escuchamos al conductor del audiovisual, Juan Monzón Gramajo, dialogar con el subdirector del Inicne Sebastián Sánchez.
Sebastián, quien además es doctor en biología, explicó que muchas veces se cree que las especies más contaminadas son las que se alimentan revolviendo el fondo barroso, a causa de sus pequeñas fauces, como es el caso del sábalo. Sin embargo, especies como el surubí o el dorado pueden poseer más partículas de plástico en su carne que otras. En sus palabras: ‘un surubí adulto de entre 20 y 30 kilos debió comer cientos de sábalos, por lo que las micropartículas de plástico que aquellos comieron se alojan ahora en estos‘.

Si bien aún no se cuenta con estudios profundizados del nivel de impacto de los microplásticos, el subdirector del instituto de ictiología asegura que ‘dichas micropartículas funcionan como soportes físicos de gérmenes, hongos, bacterias y antibióticos, entre otros. Transportando estos elementos desde la tierra y el aire hacia el agua y perjudicando la vida en los ríos‘.
Datos e investigaciones
’Aún no conocemos los efectos sobre la salud, pero podemos asegurar que cada vez estamos detectando mayor presencia de microplásticos en cuerpos de agua´.
Por otro lado, estamos haciendo ensayos para combinar microplástico junto a un herbicida muy conocido que es atrazina. La idea es ver si la mezcla produce un efecto potenciado o no’.

‘Lo que se viene proponiendo hace muchos años, a nivel mundial, es la concienciación sobre el impacto ambiental del plástico. El aporte individual suma, pero también es necesario que las industrias mejoren sus controles. Las campañas de limpieza a gran escala existen porque todavía no tomamos conciencia del impacto que generamos en nuestro propio ecosistema‘, indicó Sebastián Sánchez.
Gran hallazgo sobre el pacú
Una investigación de la UNNE demostró que dentro del tracto digestivo de peces de la especie pacú existen cepas de mohos con propiedades benéficas y/o perfiles enzimáticos adecuados para proponerlos como potenciales prebióticos, probióticos o aditivos de alimentos funcionales para piscicultura.
La piscicultura de peces de agua dulce es una actividad creciente en el país y en particular la región NEA, desarrollo que va además acompañado por investigaciones desde la ciencia que aportan conocimiento e innovaciones a los procesos productivos.
Dentro de la piscicultura, la alimentación y nutrición constituyen variables de gran relevancia, con marcada incidencia en el éxito o fracaso del cultivo de peces.
En esa línea, un proyecto conjunto de la Cátedra de Microbiología y el Inicne de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UNNE, y con participación de investigadores del Conicet, viene trabajando en pos de optimizar el manejo nutricional y alimentario en piscicultura de peces nativos de la región. Con ese objetivo, pusieron en marcha un estudio para identificar en el tracto digestivo de peces pacú, mohos autóctonos digestivos con propiedades benéficas
Fuente: D. Norte
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