La
eliminación del IVA para alimentos de la canasta básica compensará, o
en todo caso atenuará, el traspaso a precios que se realiza desde que el
lunes se produjo una devaluación del 30%, de acuerdo a un estudio del
Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF).
El
trabajo se realiza sobre la base de que la medida de reducción del IVA a
0% que anunció el presidente Mauricio Macri sobre una quincena de
alimentos tiene "el potencial de reducir los precios afectados en una
magnitud limitada por la carga tributaria contenida en el precio".
En
la semana posterior a las elecciones PASO se produjo un aumento del
tipo de cambio cercano a 30% y, si bien aún no se cuenta con datos
concretos, dicho aumento fue trasladado a precios en una determinada
cuantía.
Según
el IARAF, para un alimento de la canasta básica gravado con una
alícuota del IVA de 21% se verá una reducción en su precio respecto a
los valores pasados sólo si la depreciación del peso de esta semana no
se tradujo en aumento de sus precios superiores a 21%.
Por
su parte, para productos gravados al 10,5% previamente, si el aumento
del dólar impulsó a sus precios en menos de 10,5%, podrían observarse
reducciones en su precio en comparación a los de la semana pasada.
Por
su estructura productiva y comercial, parte de los aumentos en el tipo
de cambio con el dólar son trasladados a precios, pero este traslado es
mayor dependiendo de varios factores como el período de tiempo
considerado, el mix entre insumos doméstico y externos, o si los mismos
son transables o no.
La alícuota
de IVA de 0% se aplicará al pan, leche, aceite de girasol y mezcla,
pastas secas, arroz, harinas de trigo, polenta, rebozador y pan rallado,
yerba mate, mate cocido, té, conservas de frutas, hortalizas y
legumbres, yogur y azúcar.
La
mayor parte de estos productos tenía una alícuota de IVA de 21%,
mientras que algunos casos puntuales como pan, harina de trigo,
hortalizas y legumbres tenían una de 10,5%.
El
IVA es uno de los principales componentes de la carga tributaria
contenido en el precio de los alimentos, por lo cual para un alimento
gravado al 10,5%, el IVA representaba 9,5% del precio al consumidor.
Para uno gravado al 21%, 17,4% del precio al consumidor provenía del impuesto al valor agregado.
Éstos
son los porcentajes en los que debiera reducirse el precio al llevar la
alícuota a 0%, suponiendo pleno cumplimiento por parte de los
vendedores de los bienes en cuestión.
Fuente: Télam en D. Chaco
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