Reflexion
Mauro Sebastián Martínez
La honorable marcha blanca, así se la percibe a la manifestación de educadores que para el gobernador Domingo Peppo, sus funcionarios y diputados, es una molestia. A pesar de las amenazas de descuentos y los aprietes que reciben desde vías jerárquicas, los docentes siguen firmes, son implacables e incansables. Esta vez, la provincia entera está unida. Reclamaron sus derechos no solo en plazas, calles y rutas, también el corriente año cuando el gobernador inauguró el ciclo lectivo de nivel primario y secundario, y lo seguirán haciendo en cada acto patrio, en cada evento educativo central.
Desde hace mucho tiempo que los docentes de la provincia no se levantaban hermanados en los mismos reclamos. El gobernador cada vez lo padece más, como lo sufren los policías que hacen el cordón perimetral para protegerlo y como lo soportan los que trabajaron para su candidatura en el 2015.
A diferencia de otras manifestaciones, los docentes no cortan rutas, no queman gomas, no incendian camionetas, no tiran piedras a la policía para conseguir la atención del Ejecutivo. Estos hechos violentos parecen agradarle al gobernador, ya que les responde inmediatamente y de manera generosa a los grupos que realizan esos agravios.
En cambio, ahora Peppo y sus funcionarios se encuentran en una dificultad, ya que los docentes no tienen esas actitudes agresivas. La marcha blanca avanza en paz, cantan el himno nacional, piden por un salario digno, por mejoras edilicias, por montos actualizados para comedores escolares, todo a golpe de palma, sin quemar cosas ajenas y pidiéndole respuestas a él, sus ministros y diputados, que huyen despavoridos.
Los educadores los obligan a rendir cuentas, les exigen que utilicen argumentos, y en ese enfrentamiento intelectual quedan al descubierto. El gobierno sabe que los docentes están mal pagados, sabe que invierten poco en educación, sabe que los actuales hechos de desmanejos en su gestión agravan la situación, y también sabe que puede mejorar la oferta salarial; y los docentes los llevan a esa cuestión moral.
Estos grandes educadores que están enseñándonos a luchar por lo justo, son un ejemplo en esta compleja sociedad, a los que se creen rebeldes les digo que hoy aprendan de la “seño” que estaba en la marcha de la plaza, del “profe” que repetía panfletos en la ruta o del estudiante que acompañaba en la marcha de antorchas. Allí está la lucha, la rebeldía ante un sistema opresor, andá apóyalo, esos rostros son los que verdaderamente tienen que estar en tu remera.
Fuente: DataChaco
Mauro Sebastián Martínez
La honorable marcha blanca, así se la percibe a la manifestación de educadores que para el gobernador Domingo Peppo, sus funcionarios y diputados, es una molestia. A pesar de las amenazas de descuentos y los aprietes que reciben desde vías jerárquicas, los docentes siguen firmes, son implacables e incansables. Esta vez, la provincia entera está unida. Reclamaron sus derechos no solo en plazas, calles y rutas, también el corriente año cuando el gobernador inauguró el ciclo lectivo de nivel primario y secundario, y lo seguirán haciendo en cada acto patrio, en cada evento educativo central.
Desde hace mucho tiempo que los docentes de la provincia no se levantaban hermanados en los mismos reclamos. El gobernador cada vez lo padece más, como lo sufren los policías que hacen el cordón perimetral para protegerlo y como lo soportan los que trabajaron para su candidatura en el 2015.
A diferencia de otras manifestaciones, los docentes no cortan rutas, no queman gomas, no incendian camionetas, no tiran piedras a la policía para conseguir la atención del Ejecutivo. Estos hechos violentos parecen agradarle al gobernador, ya que les responde inmediatamente y de manera generosa a los grupos que realizan esos agravios.
En cambio, ahora Peppo y sus funcionarios se encuentran en una dificultad, ya que los docentes no tienen esas actitudes agresivas. La marcha blanca avanza en paz, cantan el himno nacional, piden por un salario digno, por mejoras edilicias, por montos actualizados para comedores escolares, todo a golpe de palma, sin quemar cosas ajenas y pidiéndole respuestas a él, sus ministros y diputados, que huyen despavoridos.
Los educadores los obligan a rendir cuentas, les exigen que utilicen argumentos, y en ese enfrentamiento intelectual quedan al descubierto. El gobierno sabe que los docentes están mal pagados, sabe que invierten poco en educación, sabe que los actuales hechos de desmanejos en su gestión agravan la situación, y también sabe que puede mejorar la oferta salarial; y los docentes los llevan a esa cuestión moral.
Estos grandes educadores que están enseñándonos a luchar por lo justo, son un ejemplo en esta compleja sociedad, a los que se creen rebeldes les digo que hoy aprendan de la “seño” que estaba en la marcha de la plaza, del “profe” que repetía panfletos en la ruta o del estudiante que acompañaba en la marcha de antorchas. Allí está la lucha, la rebeldía ante un sistema opresor, andá apóyalo, esos rostros son los que verdaderamente tienen que estar en tu remera.
Fuente: DataChaco
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Excelente!! Refleja la dura y triste realidad. Soy docente, y lucho con EDUCACIÓN por un sueldo digno. Quizás sea EDUCACIÓN y VOCACIÓN lo que les falta a nuestros funcionarios no?
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