Esta
"Declaración, compuesta por 30 artículos, junto con el Pacto
Internacional sobre Derechos Civiles y Políticos y el Pacto
Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales conforman la
"Carta Internacional de los Derechos Humanos".
Aunque
no es obligatorio que los países cumplan con lo establecido en la
Declaración, por su importancia muchos los han incorporado a sus
constituciones para que de esa forma, las personas reciban protección
legal y tengan la seguridad de que sus derechos se cumplirán.
Recordemos
que después de la Segunda Guerra Mundial, en los inicios de la Guerra
Fría, cuando todavía dolían las heridas del nazismo y ante las
situaciones de injusticia que se vivían en los cinco continentes, varios
países sintieron la necesidad de unirse en una organización
supraestatal que garantizara el respeto y la dignidad de las personas, y
que evitara la repetición de hechos tan lamentables como la vulneración
de la dignidad de la persona y el respeto a sus peculiaridades étnicas,
religiosas o sexuales.
Los Derechos Humanos se
sostienen sobre dos pilares esenciales de la humanidad: la libertad y la
plena igualdad entre todos los seres humanos. Condiciones inherentes a
todo ser humano sin ningún tipo de limitaciones, sean éstas: culturales,
económicas, étnicas, sexuales, etc. El concepto de Derechos Humanos
hace referencia al sentido de la dignidad humana antes que a cualquier
formulación jurídica o política.
En un principio,
la declaración iba a ser titulada "los derechos del hombre" pero gracias
a Eleanor Roosevelt, Presidenta de la Comisión y feminista, se planteó
que el término excluía a las mujeres y consiguió que en su lugar
figurara "Derechos Humanos".