Desarrollo Social
Se trata de un convenio entre Gobierno y la Asociación Israelita con el fin de brindar apoyo educativo y familiar a niños.
La ministra de Desarrollo Social Beatriz Bogado, se reunió en la sede central de la cartera con la embajadora de Israel en Argentina, Dorit Shavit, y autoridades de la Asociación Israelita para acordar detalles de la implementación del programa educativo de tutorías Peraj (flor en castellano), que se aplica desde 1975 en el estado hebreo y en otras partes del mundo.
La propuesta consiste en que estudiantes universitarios de carreras humanísticas oficien de tutores de alumnos de escuelas primarias para la generación de un vínculo con ejes en la transmisión de valores como la solidaridad y el involucramiento ciudadano.
En la práctica consiste en que el tutor mantenga al menos dos encuentros semanales con el niño o la niña para realizar actividades recreativas, culturales y educativas. A su vez, la tarea del tutor está sujeta a una supervisión constante de parte de trabajadoras sociales o profesionales de Ciencias de la Educación.
Además de contar con un determinado perfil educativo, el tutor deberá involucrarse con aspectos educativos y familiares de la niña o el niño mostrándose como guía o consejero para la resolución de problemas que puedan suscitarse.
"Es una buena oportunidad para fomentar aspectos culturales de los niños, mientras que para los alumnos universitarios les sirve para generar un involucramiento con la comunidad a la par de recibir un incentivo para costear sus estudios", explicó Bogado para agregar que en los próximos días se trabajará junto con la entidad ubicada en Ameghino 355 de Resistencia en la inscripción de los postulantes a tutores.
Para graficar el fenómeno, la diplomática enumeró las cifras del programa en el mundo, a la par de agradecer a la cartera social el aporte financiero para poner en práctica la propuesta. "El Peraj abarca al 20 por ciento del estudiantado de Israel, actualmente se aplica de 1.500 escuelas de 20 países, que significa el acompañamiento educativo 350 mil estudiantes de nivel primario", reseñó Shavit.
La ministra de Desarrollo Social Beatriz Bogado, se reunió en la sede central de la cartera con la embajadora de Israel en Argentina, Dorit Shavit, y autoridades de la Asociación Israelita para acordar detalles de la implementación del programa educativo de tutorías Peraj (flor en castellano), que se aplica desde 1975 en el estado hebreo y en otras partes del mundo.
La propuesta consiste en que estudiantes universitarios de carreras humanísticas oficien de tutores de alumnos de escuelas primarias para la generación de un vínculo con ejes en la transmisión de valores como la solidaridad y el involucramiento ciudadano.
En la práctica consiste en que el tutor mantenga al menos dos encuentros semanales con el niño o la niña para realizar actividades recreativas, culturales y educativas. A su vez, la tarea del tutor está sujeta a una supervisión constante de parte de trabajadoras sociales o profesionales de Ciencias de la Educación.
Además de contar con un determinado perfil educativo, el tutor deberá involucrarse con aspectos educativos y familiares de la niña o el niño mostrándose como guía o consejero para la resolución de problemas que puedan suscitarse.
"Es una buena oportunidad para fomentar aspectos culturales de los niños, mientras que para los alumnos universitarios les sirve para generar un involucramiento con la comunidad a la par de recibir un incentivo para costear sus estudios", explicó Bogado para agregar que en los próximos días se trabajará junto con la entidad ubicada en Ameghino 355 de Resistencia en la inscripción de los postulantes a tutores.
Para graficar el fenómeno, la diplomática enumeró las cifras del programa en el mundo, a la par de agradecer a la cartera social el aporte financiero para poner en práctica la propuesta. "El Peraj abarca al 20 por ciento del estudiantado de Israel, actualmente se aplica de 1.500 escuelas de 20 países, que significa el acompañamiento educativo 350 mil estudiantes de nivel primario", reseñó Shavit.
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