Por Aldo Balbuena.
En estas líneas intento realizar un ensayo sobre el conflicto docente y la represión en la Ruta Nacional N° 16 el día de ayer por la tarde. Escribir con algo de inteligencia en una situación que toca muchas emociones y sentimientos se hace bastante difícil, lo tremendo de la represión nos hace quedar atónitos al respecto. Sin embargo creo correcto no realizar una cronología de los acontecimientos, que muchos podrán seguir en los medios provinciales, sino aportar una mirada en primera persona resaltando algunas frases que he logrado captar en el medio de la movilización y la represión que no se viera en nuestra provincia desde varias décadas atrás.
“Este es el Chaco real”
Interpelando al Ministro de Gobierno Pedrini, los docentes manifestaron numerosos reclamos: No nos escuchan, nos hacen lo mismo que siempre, luego no aumentan todo lo que prometen, nos han mentido, etc, etc. En este fragor de una acción casi directa sobre el ministro, uno de los manifestantes dice: “Queremos que la sociedad toda sepa que – Este es el Chaco real –“. Pedrini replicó a ello con un ademan señalando la cola de varios kilómetros detrás de una línea muy rígida de infantería diciendo: “Eso es el Chaco real”.
A todo ello me resulta puntual remarcar este interrogante ¿Cuál es el Chaco real?. Para responder a esto quizás debamos remitirnos a los índices de pobreza e indigencia en nuestra provincia, quizás también debamos mirar los gastos extremadamente superficiales que se realizan en publicidades y otras trivialidades que no encuentran asidero en el más mínimo sentido común. Quizás la realidad más cruda del Chaco no era ni ese grupo de docentes ni la cola de vehículos, tal vez la certeza de la situación de nuestra provincia habrá que buscarla en la situación de los marginados e indigentes que se encuentran a menos de 3 kilometros de la Casa de Gobierno en los barrios periféricos de Resistencia, o quizás habría que buscarla en las aulas de las escuelas rurales donde asisten las familias de los pueblos originarios, lugares donde abundan situaciones de desnutrición y vulnerabilidad social extrema.
Tal vez se la podrá encontrar en las camas de los hospitales o en las numerosas muertes que provoca un sistema de salud colapsado y en pésimo funcionamiento, en gran parte debidas a los escasos recursos destinados a servicios básicos e insustituibles para los habitantes de nuestra provincia. Lo que si pude ver era que toda esta cruda realidad no estaba relacionada ni mínimamente referenciada en las autoridades provinciales, sin embargo el corte de ruta de los docentes dejaba en evidencia muchas realidades de la educación, pero al mismo tiempo estaba dejando la puerta abierta para mostrar muchas otras realidades negadas o ninguneadas. En suma: El Chaco real estaba siendo mostrado por ese grupo corajudo de personas con guardapolvo llamadas “docentes”, aunque con toda esa dignidad otro termino les haría más justicia: “dignos”.
“Ahora es el momento de la bronca, no hay que ceder…”
Esta frase la escuche en una conversación que tenían Eduardo Mijno y los dirigentes gremiales. Se refería a la tensa situación y la posibilidad de levantar el corte de ruta y dar paso a estrategias más dialoguistas con los interlocutores del gobierno. Una docente es quien la dice, y denota la “bronca” del momento.
Me pregunto a esta altura del conflicto ¿Qué es lo que provocó semejante “bronca” de manera que para algunos no se piense en otra salida que no sea profundizar el conflicto?. Esto me ha llamado la atención sobremanera y no tengo todas las respuestas a ello obviamente, pero lo que pude apreciar es la referencia a numerosas rondas de dialogo fallidas, en donde se prometieron muchas cosas y no se cumplieron siquiera las mínimas. Todo ello obviamente genera impotencia en un sector que viene desde el año pasado con una clara pérdida de poder adquisitivo.
Aunque esta última expresión sobre el “poder adquisitivo” hacer ver en cierto sentido a los docentes como personas con mucho dinero o con bastante solvencia económica. Ergo el sector docente en su gran mayoría apenas llega a cubrir su necesidades básicas dignamente y aunque es cierto que en algunos casos poseen vehículos “cero kilometro”, no es menos cierto que lo hacen a costa de comer “a medias” por día o gracias a otros trabajos que realizan ellos o sus cónyuges, lo cual por supuesto es el caso de una minoría.
“Algo hay que ceder…”
La situación conflictiva demandaba un movimiento constante de grupos y reuniones urgentes improvisadas, en una de ellas Eduardo Mijno - Secretario Gremial de Sitech Federación – junto a delegados gremiales de las diferentes localidades, debatían cómo seguir la lucha. En esta escueta reunión escuche estas palabras de parte de Mijno: “Pero Algo hay que ceder…”. La puja en estas situaciones suele llevar a enceguecer a los involucrados, llevando a extremos en ocasiones insostenibles donde lo último que prevalece es el sentido común.
Aquí se notó a un dirigente colocando los pies sobre la tierra, mirando por la integridad física de muchos de los presentes en el corte. Esto habla de una apertura bastante interesante de la lucha gremial, sin embargo lo que se objeta es que no se tiene intención de dialogo, se manifiesta que lo único que se quiere es entorpecer una tarea llevada adelante por el gobierno provincial. Ergo esta frase queda registrada porque nos da un principio muy útil para no caer en excesos. De todas maneras las últimas informaciones indican que por mucha intención de dialogo y de apertura, el gobierno siguió sin recibir estos reclamos, dejando a este sector de lucha en un terreno llamado “interlocutores no validos”.
“¿Quién es esa Señora?”
Ante la escalada de los acontecimientos el conflicto tomó una dimensión más llamativa que semanas atrás, esto hizo que se hicieran presentes varios legisladores de sectores “opositores” al gobierno. No parece necesario dar nombres pero resalto esta frase de muchos manifestantes sobre la presencia de una señora a la que no conocían y quien resultó ser una legisladora provincial.
La presencia de esta dirigente provocó la extrañez de muchos quienes ni siquiera la conocían de vista. Esto nos habla de la tremenda distancia que existe entre los gobernados y los gobernantes, la sola ignorancia sobre varios de los legisladores presentes habla de un distanciamiento entre la clase política y diversos sectores de nuestra sociedad. Es realmente triste ver que a pesar de años de democracia en continuidad aun siguen sin verse muchos de nuestros representantes como expresiones legítimas de nuestros intereses. La cuestión de la representatividad me parece crucial, cuando indagaban sobre las pertenencias partidarias de estos legisladores lo hablaban en términos de tal o cual partido, pero en definitiva los legisladores son representantes de eso que llamamos “pueblo”, al que pertenecen sin duda todos los que cortaban esa ruta. Finalmente, a la postre, esta presencia resulto positiva para la situación ya que provocó que no siguieran reprimiendo las fuerzas del “orden” que ya habían causado bastante “desorden” con varios heridos que fueron trasladados a los hospitales cercanos. En suma: Acortar las distancias entre los escritorios de los dirigentes y la sociedad con sus reclamos, siempre es ponderable.
“Exigen calidad, exigen excelencia, nosotros exigimos dignidad en la docencia…”
Varios eran los cantitos que se escuchaban, algunos hablaban del autoritarismo del gobierno, otros de algunos dirigentes. Personalmente este canto atrapó mi atención, es una síntesis de una “supuesta” disputa entre el gobierno y el sector docente. Y digo “supuesta” porque deja entrever que el gobierno aspira a la calidad educativa y la excelencia en contraposición con un sector como el docente que aspira a una dignidad que se vea reflejada entre otras cosas con un salario que les alcance al menos para sustentar a su familia con dignidad.
No dudo de las aspiraciones de dignidad de la docencia, lo que me parece bastante cuestionable es que al gobierno en realidad le interese tanto la calidad y la excelencia educativa. Basta para ello observar los diversos problemas que enfrentan los actores del sistema educativo y ante los cuales no tienen en la mayoría de los casos respuesta de las autoridades: Aulas sobrecargadas de la alumnos, problemas de adicciones en las escuelas, la falta de gabinetes interdisciplinarios que asisten a las escuelas en los nuevos roles sociales que les toca ejercer, edificios poco mantenidos en la mayoría de las localidades, la ausencia de partidas de sostenimiento escolar lo que provoca las famosas “rifas” y “bonos” de las cooperadoras escolares, etc, etc, etc.
“Que no nos agarre la noche acá…”
Los docentes no están preparados para cortar rutas, ni tienen intenciones de hacerlo constantemente. Cualquier otro argumento que intente marcar lo contrario no corresponde con la sencilla realidad que estas personas quieren estar en sus trabajos, con sus pares en sus ámbitos propios, los educativos. Las manifestaciones de este tipo les son extrañas, y eso está bien ya que no deberían estar allí a la vera de las rutas reclamando por sus sueldos. Algunos piensan que son unas chantas que ni siquiera les gusta trabajar, que se la pasan de “joda” todo el año. Esto es lo que muchos medios difunden y es una imagen que intentan vender a una sociedad que también esta intimada ya que sus hijos no tienen clases normalmente en estas situaciones.
Los docentes al igual que muchos trabajadores de nuestro país, realizan sus tareas en condiciones que no son las más favorables. No profundizaré en ello porque ya lo hice en líneas anteriores, empero esta frase me deja un nudo en la garganta, la dicen los gremialistas y hace referencia a un momento de la tarde donde se iba escondiendo el sol en el horizonte. El pensamiento y la premisa era compartida en el ambiente: “En la madrugada o la medianoche nos van a reprimir más fuerte y no estaremos en condiciones de resistir en medio de este descampado en la entrada de guayaibi”.
Esto finalmente hace que se acerquen a la localidad de Quitilipi y sigan allí las decisiones que tomarían. Lo que me parece trágico es que se acepte que en la actualidad los gobernantes puedan reprimir a discreción sin ningún reparo. Cachiporrazos, puñetazos, patadas, etc. Todo esto no encaja con un sistema democrático. Para culminar un dato nos habla de esta realidad: Ningún juez ordeno una represión ni el desalojo de la ruta nacional.
“¡Fuerza Docentes!”
Todavía quedaban algunos “chorizos” en una parrilla improvisada al efecto, el gas lacrimógeno incluso se respiraba en los aires y hacia lagrimear un poco. Se volvían a relatar la violencia y los golpes recibidos. Ante toda esta situación no tenía muchas palabras para expresar, era como si hubiera un ambiente sepulcral y las palabras salían sobrando. Solo atiné a recurrir a una frase muy simple pero que manifiesta lo que sentí que necesitaban aquellas personas de guardapolvo que estaban sumamente decepcionadas con una situación que los sobre exige y los intima en demasía.
Es lo que salió en el momento, del corazón o de algún lado muy cerca, instantánea, pero creo que refleja el mismo sentir de muchos conciudadanos de nuestra hermosa provincia, quienes también están repitiendo esta fórmula desde sus casas y sus lugares de trabajo en donde se percibe un desinterés por parte de los poderosos de turno. Junto a todos ellos es que vuelvo a repetir…
¡Fuerza Docentes!
Enviado por Aldo Balbuena ( Machagai- Chaco-)
En estas líneas intento realizar un ensayo sobre el conflicto docente y la represión en la Ruta Nacional N° 16 el día de ayer por la tarde. Escribir con algo de inteligencia en una situación que toca muchas emociones y sentimientos se hace bastante difícil, lo tremendo de la represión nos hace quedar atónitos al respecto. Sin embargo creo correcto no realizar una cronología de los acontecimientos, que muchos podrán seguir en los medios provinciales, sino aportar una mirada en primera persona resaltando algunas frases que he logrado captar en el medio de la movilización y la represión que no se viera en nuestra provincia desde varias décadas atrás.
“Este es el Chaco real”
Interpelando al Ministro de Gobierno Pedrini, los docentes manifestaron numerosos reclamos: No nos escuchan, nos hacen lo mismo que siempre, luego no aumentan todo lo que prometen, nos han mentido, etc, etc. En este fragor de una acción casi directa sobre el ministro, uno de los manifestantes dice: “Queremos que la sociedad toda sepa que – Este es el Chaco real –“. Pedrini replicó a ello con un ademan señalando la cola de varios kilómetros detrás de una línea muy rígida de infantería diciendo: “Eso es el Chaco real”.
A todo ello me resulta puntual remarcar este interrogante ¿Cuál es el Chaco real?. Para responder a esto quizás debamos remitirnos a los índices de pobreza e indigencia en nuestra provincia, quizás también debamos mirar los gastos extremadamente superficiales que se realizan en publicidades y otras trivialidades que no encuentran asidero en el más mínimo sentido común. Quizás la realidad más cruda del Chaco no era ni ese grupo de docentes ni la cola de vehículos, tal vez la certeza de la situación de nuestra provincia habrá que buscarla en la situación de los marginados e indigentes que se encuentran a menos de 3 kilometros de la Casa de Gobierno en los barrios periféricos de Resistencia, o quizás habría que buscarla en las aulas de las escuelas rurales donde asisten las familias de los pueblos originarios, lugares donde abundan situaciones de desnutrición y vulnerabilidad social extrema.
Tal vez se la podrá encontrar en las camas de los hospitales o en las numerosas muertes que provoca un sistema de salud colapsado y en pésimo funcionamiento, en gran parte debidas a los escasos recursos destinados a servicios básicos e insustituibles para los habitantes de nuestra provincia. Lo que si pude ver era que toda esta cruda realidad no estaba relacionada ni mínimamente referenciada en las autoridades provinciales, sin embargo el corte de ruta de los docentes dejaba en evidencia muchas realidades de la educación, pero al mismo tiempo estaba dejando la puerta abierta para mostrar muchas otras realidades negadas o ninguneadas. En suma: El Chaco real estaba siendo mostrado por ese grupo corajudo de personas con guardapolvo llamadas “docentes”, aunque con toda esa dignidad otro termino les haría más justicia: “dignos”.
“Ahora es el momento de la bronca, no hay que ceder…”
Esta frase la escuche en una conversación que tenían Eduardo Mijno y los dirigentes gremiales. Se refería a la tensa situación y la posibilidad de levantar el corte de ruta y dar paso a estrategias más dialoguistas con los interlocutores del gobierno. Una docente es quien la dice, y denota la “bronca” del momento.
Me pregunto a esta altura del conflicto ¿Qué es lo que provocó semejante “bronca” de manera que para algunos no se piense en otra salida que no sea profundizar el conflicto?. Esto me ha llamado la atención sobremanera y no tengo todas las respuestas a ello obviamente, pero lo que pude apreciar es la referencia a numerosas rondas de dialogo fallidas, en donde se prometieron muchas cosas y no se cumplieron siquiera las mínimas. Todo ello obviamente genera impotencia en un sector que viene desde el año pasado con una clara pérdida de poder adquisitivo.
Aunque esta última expresión sobre el “poder adquisitivo” hacer ver en cierto sentido a los docentes como personas con mucho dinero o con bastante solvencia económica. Ergo el sector docente en su gran mayoría apenas llega a cubrir su necesidades básicas dignamente y aunque es cierto que en algunos casos poseen vehículos “cero kilometro”, no es menos cierto que lo hacen a costa de comer “a medias” por día o gracias a otros trabajos que realizan ellos o sus cónyuges, lo cual por supuesto es el caso de una minoría.
“Algo hay que ceder…”
La situación conflictiva demandaba un movimiento constante de grupos y reuniones urgentes improvisadas, en una de ellas Eduardo Mijno - Secretario Gremial de Sitech Federación – junto a delegados gremiales de las diferentes localidades, debatían cómo seguir la lucha. En esta escueta reunión escuche estas palabras de parte de Mijno: “Pero Algo hay que ceder…”. La puja en estas situaciones suele llevar a enceguecer a los involucrados, llevando a extremos en ocasiones insostenibles donde lo último que prevalece es el sentido común.
Aquí se notó a un dirigente colocando los pies sobre la tierra, mirando por la integridad física de muchos de los presentes en el corte. Esto habla de una apertura bastante interesante de la lucha gremial, sin embargo lo que se objeta es que no se tiene intención de dialogo, se manifiesta que lo único que se quiere es entorpecer una tarea llevada adelante por el gobierno provincial. Ergo esta frase queda registrada porque nos da un principio muy útil para no caer en excesos. De todas maneras las últimas informaciones indican que por mucha intención de dialogo y de apertura, el gobierno siguió sin recibir estos reclamos, dejando a este sector de lucha en un terreno llamado “interlocutores no validos”.
“¿Quién es esa Señora?”
Ante la escalada de los acontecimientos el conflicto tomó una dimensión más llamativa que semanas atrás, esto hizo que se hicieran presentes varios legisladores de sectores “opositores” al gobierno. No parece necesario dar nombres pero resalto esta frase de muchos manifestantes sobre la presencia de una señora a la que no conocían y quien resultó ser una legisladora provincial.
La presencia de esta dirigente provocó la extrañez de muchos quienes ni siquiera la conocían de vista. Esto nos habla de la tremenda distancia que existe entre los gobernados y los gobernantes, la sola ignorancia sobre varios de los legisladores presentes habla de un distanciamiento entre la clase política y diversos sectores de nuestra sociedad. Es realmente triste ver que a pesar de años de democracia en continuidad aun siguen sin verse muchos de nuestros representantes como expresiones legítimas de nuestros intereses. La cuestión de la representatividad me parece crucial, cuando indagaban sobre las pertenencias partidarias de estos legisladores lo hablaban en términos de tal o cual partido, pero en definitiva los legisladores son representantes de eso que llamamos “pueblo”, al que pertenecen sin duda todos los que cortaban esa ruta. Finalmente, a la postre, esta presencia resulto positiva para la situación ya que provocó que no siguieran reprimiendo las fuerzas del “orden” que ya habían causado bastante “desorden” con varios heridos que fueron trasladados a los hospitales cercanos. En suma: Acortar las distancias entre los escritorios de los dirigentes y la sociedad con sus reclamos, siempre es ponderable.
“Exigen calidad, exigen excelencia, nosotros exigimos dignidad en la docencia…”
Varios eran los cantitos que se escuchaban, algunos hablaban del autoritarismo del gobierno, otros de algunos dirigentes. Personalmente este canto atrapó mi atención, es una síntesis de una “supuesta” disputa entre el gobierno y el sector docente. Y digo “supuesta” porque deja entrever que el gobierno aspira a la calidad educativa y la excelencia en contraposición con un sector como el docente que aspira a una dignidad que se vea reflejada entre otras cosas con un salario que les alcance al menos para sustentar a su familia con dignidad.
No dudo de las aspiraciones de dignidad de la docencia, lo que me parece bastante cuestionable es que al gobierno en realidad le interese tanto la calidad y la excelencia educativa. Basta para ello observar los diversos problemas que enfrentan los actores del sistema educativo y ante los cuales no tienen en la mayoría de los casos respuesta de las autoridades: Aulas sobrecargadas de la alumnos, problemas de adicciones en las escuelas, la falta de gabinetes interdisciplinarios que asisten a las escuelas en los nuevos roles sociales que les toca ejercer, edificios poco mantenidos en la mayoría de las localidades, la ausencia de partidas de sostenimiento escolar lo que provoca las famosas “rifas” y “bonos” de las cooperadoras escolares, etc, etc, etc.
“Que no nos agarre la noche acá…”
Los docentes no están preparados para cortar rutas, ni tienen intenciones de hacerlo constantemente. Cualquier otro argumento que intente marcar lo contrario no corresponde con la sencilla realidad que estas personas quieren estar en sus trabajos, con sus pares en sus ámbitos propios, los educativos. Las manifestaciones de este tipo les son extrañas, y eso está bien ya que no deberían estar allí a la vera de las rutas reclamando por sus sueldos. Algunos piensan que son unas chantas que ni siquiera les gusta trabajar, que se la pasan de “joda” todo el año. Esto es lo que muchos medios difunden y es una imagen que intentan vender a una sociedad que también esta intimada ya que sus hijos no tienen clases normalmente en estas situaciones.
Los docentes al igual que muchos trabajadores de nuestro país, realizan sus tareas en condiciones que no son las más favorables. No profundizaré en ello porque ya lo hice en líneas anteriores, empero esta frase me deja un nudo en la garganta, la dicen los gremialistas y hace referencia a un momento de la tarde donde se iba escondiendo el sol en el horizonte. El pensamiento y la premisa era compartida en el ambiente: “En la madrugada o la medianoche nos van a reprimir más fuerte y no estaremos en condiciones de resistir en medio de este descampado en la entrada de guayaibi”.
Esto finalmente hace que se acerquen a la localidad de Quitilipi y sigan allí las decisiones que tomarían. Lo que me parece trágico es que se acepte que en la actualidad los gobernantes puedan reprimir a discreción sin ningún reparo. Cachiporrazos, puñetazos, patadas, etc. Todo esto no encaja con un sistema democrático. Para culminar un dato nos habla de esta realidad: Ningún juez ordeno una represión ni el desalojo de la ruta nacional.
“¡Fuerza Docentes!”
Todavía quedaban algunos “chorizos” en una parrilla improvisada al efecto, el gas lacrimógeno incluso se respiraba en los aires y hacia lagrimear un poco. Se volvían a relatar la violencia y los golpes recibidos. Ante toda esta situación no tenía muchas palabras para expresar, era como si hubiera un ambiente sepulcral y las palabras salían sobrando. Solo atiné a recurrir a una frase muy simple pero que manifiesta lo que sentí que necesitaban aquellas personas de guardapolvo que estaban sumamente decepcionadas con una situación que los sobre exige y los intima en demasía.
Es lo que salió en el momento, del corazón o de algún lado muy cerca, instantánea, pero creo que refleja el mismo sentir de muchos conciudadanos de nuestra hermosa provincia, quienes también están repitiendo esta fórmula desde sus casas y sus lugares de trabajo en donde se percibe un desinterés por parte de los poderosos de turno. Junto a todos ellos es que vuelvo a repetir…
¡Fuerza Docentes!
Enviado por Aldo Balbuena ( Machagai- Chaco-)
Gracias por expresar de la mejor manera el sentimiento docente.Ese es nuestro grito en silencio desde lo mas humilde de nuestro trabajo en el aula desgraciadamente amedrentadas por amenazas de descuentos y o sanciones, yendo y viniendodtras de los doble turnos,sacandonos los ojos por ganar un miserable mango mas.Todo esto da ASCO...
ResponderBorrarDuele la indiferencia de algunos docentes quehacen oídos sordos a lo ocurrido en ese día colegas s la lucha es de todos no seamos hipócritas necesitamos estar unidos el beneficio es para todos
ResponderBorrarQue bueno que puedas sintetizar tan.. bien el sentimiento que embarga a la docencia toda..., se podía elevar a los medios periodísticos nacionales para que vean que no es como el gobierno quiere mostrar que estamos influidos por determinados sectores políticos, tratando de dividirnos... aqui (gracias a Dios para quienes relamente estamos en esta lucha) la única idea es recuperar la dignidad que las docencia fue perdiendo paulatinamente, hoy solo prima la unidad mas.. allá de banderías políticas y de profesiones religiosas.Defendámos estas unidad lograda compañeros !
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