Riesgo de ideologías en las escuelas

Claudia Araujo


Una semana después de la difusión de acusaciones contra la agrupación La Cámpora por adoctrinamiento partidario en varias escuelas del país, incluidas algunas del Chaco, y luego de numerosas expresiones a favor y en contra, cabe repasar lo denunciado y la respuesta de las autoridades con responsabilidad en las áreas aludidas.


Como se difundió ampliamente esta semana, en el programa de tevé porteño Periodismo Para Todos se reprodujeron imágenes de niños bonaerenses sosteniendo la bandera de la organización con los dedos en V y una docente de la Matanza lamentó que en las netbooks de uso educativo haya contenidos que exaltan “la imagen de la presidenta”. El primero de los testimonios y entre los contenidos de “menor gravedad” estaba el diputado chaqueño Sergio Vallejos, quien denunció la intromisión de La Cámpora y de otras organizaciones en escuelas con la excusa de pintar escuelas. Fue durante las jornadas “Que florezcan mil flores, pintemos mil escuelas” que, en homenaje al expresidente Néstor Kirchner, varias agrupaciones juveniles dedicaron trabajo voluntario. La escuela más antigua de Charata guarda un triste recuerdo de esas pintadas porque en uno de los trabajos un colaborador inició involuntariamente un incendio con un soplete. Pero de regreso a las denuncias del legislador radical, en contacto con NORTE objetó que agrupaciones juveniles afines al kirchnerismo ingresaran en las escuelas con la pretensión de adoctrinar adolescentes “con una concepción cercana al nazismo”, usando fondos del Estado para financiar actividades ajenas a la actividad escolar. En resumen para el denunciante los militantes “se aprovecharon de la buena fe de los directivos al entrar a pintar en los establecimientos, con un engaño y un manejo traicionero de La Cámpora”.

El ministro de Educación Francisco Romero aclaró que las jornadas Néstor Kirchner, realizadas hace año y medio, eran encuentros solidarios y con la participación de agrupaciones políticas, “porque la educación es un hecho político”, definió. En tanto que de las acusaciones por adoctrinamiento partidario asintió que se trataba de una denuncia de suma gravedad y una realidad impensable que sea desconocida por la comunidad, porque “si Vallejos tuviera razón no sería el único en denunciarlo”. Tras asegurar que la fuerza gobernante hoy en la Nación y en la provincia “no demoniza la política ni a un sector” repitió que lo difundido “no se condice con el espíritu de la escuela abierta y democrática, ni con la relación que tiene el gobierno con la educación y con las fuerzas políticas”. “Aunque merece el mayor de los respetos, de ser cierta la versión, la sociedad se hubiera alzado en contra. Tenemos más de 30 mil docentes, 400 mil alumnos y 800 mil padres, me suena raro que ningún portal se hiciera eco o alguna carta de lector y que ni la población ni el periodismo lo advirtieran”, argumentó.

“Plantan bandera en escuelas Chaco y Entre Ríos mientras pintan escuelas, se presentan como brazo ejecutor del Estado, entregan libros o banderas argentinas en nombre del Ministerio de Educación y aprovechan para difundir sus ideas”, insistió el periodista Jorge Lanata en la presentación del informe del domingo 12.

El héroe colectivo, programa identificado con la imagen de El Eternauta y perteneciente a la Subsecretaría de Reforma Institucional y Fortalecimiento de la Democracia, de la Jefatura de Gabinete de la Nación, fue el blanco de las críticas por impulsar talleres con difusión de contenidos partidarios en escuelas de la provincia de Buenos Aires. En respuesta el jefe de Gabinete Juan Manuel Abal Medina lamentó que se subestime a la juventud, “ellos se acercan a la política porque desde 2003 volvió a ser atractiva, y El Héroe Colectivo propone una democracia en la que la felicidad individual está atada a la del conjunto”, describió. El funcionario explicó que los talleres proponen que “salir de situaciones adversas entre todos, sin salvaciones individuales, es fundamental para entender a la democracia como un modelo de convivencia participativo y solidario para la toma de decisiones legítimas”. Se mostró sorprendido porque “ahora salgan con las denuncias cuando el taller se dicta desde 2010 a pedido de docentes, autoridades de colegios y centros de estudiantes, porque les gusta”.

En un terreno más general Abal Medina aseguró que “la actividad política en los centros de estudiantes, en los sindicatos y en los reclamos de los padres es un triunfo de la democracia”. Y aclaró que “los centros estudiantiles claramente tienen una orientación política; hay del Partido Obrero, del kirchnerismo, del socialismo, del radicalismo y obviamente esos pibes van a militar y defender sus ideas, sus convicciones y a los líderes por los cuales se sienten representados”.

Al margen de los cruces por la línea gratuita que el gobierno porteño habilitó para denunciar habilitó una línea gratuita para denunciar “intromisiones” políticas en las escuelas. Buscó cuestionar actividades de La Cámpora que el PRO realiza en la Ciudad y Vicente López.

En el final y sin una posición por uno u otro sector, el aporte de esta semana pasa por presentar los hechos, las voces protagónicas y sumar algunos interrogantes.

-De demostrarse la veracidad de hechos institucionalmente graves, ¿quiénes los investigan?, y de existir imposiciones ¿la comunidad no reacciona?

-¿Cuán claros están en la ciudadanía los temas que se pueden hablar en la escuela? Porque aún hay padres que cuestionan el dictado de contenidos de educación sexual, sobre matrimonio igualitario o diversidad sexual.

-¿Hasta qué punto los adolescentes pueden participar de los procesos de discusión política? Y ¿quién define esos límites? En recientes instancias de debate los adolescentes dieron sobradas muestras de que ‘no se comen cualquiera’ y sobran las muestras de chicos comprometidos con su fe, con sus pares y con su colegio.

-Cuando se alerta por cierta intromisión de corrientes ideológicas ladinas, lo primero que se puede pensar es en cuán elevadas están las defensas de un sistema para repelerlas. En otro sentido cabe también preguntar si el grado de aceptación de algunas tendencias no será parte de acciones que canalicen necesidades altruistas, algo así como caminos distintos de hacer obras con medios diversos. Entonces podemos preguntarnos si el temor al ingreso de ciertas ideologías en los establecimientos educativos no es directamente proporcional a un pensamiento personal enclenque, si no estamos ante puro prejuicio, una caza de brujas o un intento neófito de manipulación.

Fuente: D. Norte

Comentarios

  1. y bueno, si las agrupaciones reparten lo que el gobierno les dá, q se hace si el propio gobierno las financia!!! juguemos conNESTORNAUTA!!!!!! GRRRR

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