Autoridades de la institución educativa manifestaron que en la Escuela Especial N° 6 trabajan 60 docentes, y sería muy difícil trabajar con un número muy grande de personas, porque se busca brindar calidad, entonces lo ideal sería construir una nueva escuela especial que se ocupe de esa demanda, o crear-como existe en Resistencia Sepin-un centro para la integración que se dedica exclusivamente a trabajar con las escuelas comunes.
Las autoridades de la institución educativa explicaron que la escuela de educación especial se ve sobrepasada por la demanda, sobre todo de integración escolar, es decir, cuando en las escuelas y jardines comunes los docentes detectan que sus alumnos tienen dificultades visuales, auditivas o intelectuales. “Ellos hacen una demanda solicitando que la escuela especial evalué al alumno para determinar en qué condiciones se encuentra y que sería lo más favorable para el alumno”, explicaron y añadieron que “hay muchas escuelas como la 166, la escuela Bracone, escuela 221, y otras que hacen esas demandas, pero nosotros además de evaluar al alumno no podemos ofrecerles mucho mas, es decir, no podemos decirle que va a ir un docente de la escuela especial a la escuela común para trabajar con el alumno y la maestra porque ya no tenemos docentes para enviar a las otras escuelas”. En este momento la escuela trabaja con 24 escuelas (integra jardines, escuelas primarias y secundarias) y no hay mas docentes para enviar a otros establecimientos. Aunque, señalaron que no sería la solución nombrar mas profesores especiales para que vayan a esas escuelas, porque en la Escuela Especial N° 6 trabajan 60 docentes, y sería muy difícil trabajar con un número muy grande de personas, porque se busca brindar calidad, entonces lo ideal sería construir una nueva escuela especial que se ocupe de esa demanda, o crear-como existe en Resistencia Sepin-un centro para la integración que se dedica exclusivamente a trabajar con las escuelas comunes.
En Sáenz Peña el Instituto Mantovani tiene el profesorado de educación especial para niños con enfermedades mentales, por lo cual hay docentes para cubrir la creación de otras escuelas.
Por otro lado, las autoridades de la institución educativa especial manifestaron que la mirada que tiene hoy por hoy la sociedad, y la familia en especial es diferente. “La familia busca que su hijo o familiar vaya a la escuela o a un instituto especial para escolarizarse y si es posible integrarse al mundo del trabajo”, y añadieron que a esto se suma los avances en medicina, “lo que hace que en la actualidad haya muchos bebés y niños que ingresan a la escuela especial”.
Asimismo, subrayaron que muchos padres se acercan porque hay pensiones para niños discapacitados- las pensiones para niños con discapacidad es cuatro veces mayor que para un niño común- lo que en cierta manera incentiva a los padres a llevar a los niños a la escuela especial.
“Actualmente la gente quiere que su hijo avance en la vida. Sabemos que el trabajo dignifica a la persona, y justamente estas personas para constituirse personas reales necesitan integrarse en el mundo laboral, necesitan dignificarse desde el trabajo”, dijeron.
Contención y formación
El establecimiento educativo cuenta con dos jardines de infantes, uno de ellos para niños sordos y otro para niños con discapacidad mental o motriz, cuando egresan de estimulación temprana a los tres años, y pasan a uno de las secciones de jardín de infantes de la escuela especial o a un jardín de infantes común, de acuerdo a como se encuentre el niño. A partir de los tres años comienza la parte pedagógica del niño dentro de la escuela especial o en una escuela común con apoyo de la escuela especial.
A partir de los seis años el niño pasa a la escuela especial que cuenta con grados de primero a séptimo, que integra a niños que cuentan con dificultades muy grandes y que no pueden ser integrados a la escuela común. Mientras que el niño cuyas dificultades no son tan grandes y que tienen hábitos de trabajo en el aula son integrados en una escuela primaria común, allí quedan a cargo de la maestra del aula con la ayuda de una maestra especial, quien trabaja con la maestra sobre todo, en cuanto a planificación, métodos de trabajo, estrategias de enseñanza.
Dentro de la escuela especial se busca respetar el formato de la escuela común, se trata de trabajar los contenidos de la escuela común. A veces son menos complejas las actividades o se les da más tiempo a los alumnos.
Se toma los diseños curriculares de la escuela común y se los adecua a los alumnos de acuerdo a la edad y a las dificultades.
Uno de los fines últimos de la escuela especial es la inserción de la persona al mundo laboral, entonces a partir de los 14 años los alumnos están en formación laboral. En este momento la escuela ofrece capacitación en cocina, huerta y carpintería. Los alumnos aprenden como se llaman las herramientas, cuales son las normas de higiene y de seguridad, y se los va habituando al trabajo, para que en el futuro alguno de ellos pueda insertarse en alguna empresa.
Las autoridades de la institución educativa explicaron que la escuela de educación especial se ve sobrepasada por la demanda, sobre todo de integración escolar, es decir, cuando en las escuelas y jardines comunes los docentes detectan que sus alumnos tienen dificultades visuales, auditivas o intelectuales. “Ellos hacen una demanda solicitando que la escuela especial evalué al alumno para determinar en qué condiciones se encuentra y que sería lo más favorable para el alumno”, explicaron y añadieron que “hay muchas escuelas como la 166, la escuela Bracone, escuela 221, y otras que hacen esas demandas, pero nosotros además de evaluar al alumno no podemos ofrecerles mucho mas, es decir, no podemos decirle que va a ir un docente de la escuela especial a la escuela común para trabajar con el alumno y la maestra porque ya no tenemos docentes para enviar a las otras escuelas”. En este momento la escuela trabaja con 24 escuelas (integra jardines, escuelas primarias y secundarias) y no hay mas docentes para enviar a otros establecimientos. Aunque, señalaron que no sería la solución nombrar mas profesores especiales para que vayan a esas escuelas, porque en la Escuela Especial N° 6 trabajan 60 docentes, y sería muy difícil trabajar con un número muy grande de personas, porque se busca brindar calidad, entonces lo ideal sería construir una nueva escuela especial que se ocupe de esa demanda, o crear-como existe en Resistencia Sepin-un centro para la integración que se dedica exclusivamente a trabajar con las escuelas comunes.
En Sáenz Peña el Instituto Mantovani tiene el profesorado de educación especial para niños con enfermedades mentales, por lo cual hay docentes para cubrir la creación de otras escuelas.
Por otro lado, las autoridades de la institución educativa especial manifestaron que la mirada que tiene hoy por hoy la sociedad, y la familia en especial es diferente. “La familia busca que su hijo o familiar vaya a la escuela o a un instituto especial para escolarizarse y si es posible integrarse al mundo del trabajo”, y añadieron que a esto se suma los avances en medicina, “lo que hace que en la actualidad haya muchos bebés y niños que ingresan a la escuela especial”.
Asimismo, subrayaron que muchos padres se acercan porque hay pensiones para niños discapacitados- las pensiones para niños con discapacidad es cuatro veces mayor que para un niño común- lo que en cierta manera incentiva a los padres a llevar a los niños a la escuela especial.
“Actualmente la gente quiere que su hijo avance en la vida. Sabemos que el trabajo dignifica a la persona, y justamente estas personas para constituirse personas reales necesitan integrarse en el mundo laboral, necesitan dignificarse desde el trabajo”, dijeron.
Contención y formación
El establecimiento educativo cuenta con dos jardines de infantes, uno de ellos para niños sordos y otro para niños con discapacidad mental o motriz, cuando egresan de estimulación temprana a los tres años, y pasan a uno de las secciones de jardín de infantes de la escuela especial o a un jardín de infantes común, de acuerdo a como se encuentre el niño. A partir de los tres años comienza la parte pedagógica del niño dentro de la escuela especial o en una escuela común con apoyo de la escuela especial.
A partir de los seis años el niño pasa a la escuela especial que cuenta con grados de primero a séptimo, que integra a niños que cuentan con dificultades muy grandes y que no pueden ser integrados a la escuela común. Mientras que el niño cuyas dificultades no son tan grandes y que tienen hábitos de trabajo en el aula son integrados en una escuela primaria común, allí quedan a cargo de la maestra del aula con la ayuda de una maestra especial, quien trabaja con la maestra sobre todo, en cuanto a planificación, métodos de trabajo, estrategias de enseñanza.
Dentro de la escuela especial se busca respetar el formato de la escuela común, se trata de trabajar los contenidos de la escuela común. A veces son menos complejas las actividades o se les da más tiempo a los alumnos.
Se toma los diseños curriculares de la escuela común y se los adecua a los alumnos de acuerdo a la edad y a las dificultades.
Uno de los fines últimos de la escuela especial es la inserción de la persona al mundo laboral, entonces a partir de los 14 años los alumnos están en formación laboral. En este momento la escuela ofrece capacitación en cocina, huerta y carpintería. Los alumnos aprenden como se llaman las herramientas, cuales son las normas de higiene y de seguridad, y se los va habituando al trabajo, para que en el futuro alguno de ellos pueda insertarse en alguna empresa.
Fuente: Infochacoonline
Comentarios
Publicar un comentario