Los sentimientos que llevamos por dentro se encuentran con lo que pasa afuera. Son 12 meses acumulados de distintos grados de situaciones por las que se atraviesa durante el año. (Foto: masquesalud)09:07 Las fiestas de Navidad y Año Nuevo, el tiempo del balance, la ansiedad y hasta la angustia, pueden provocar un grado de excitación emocional difícil de controlar, pero que genera un efecto dominó sobre el resto de las personas. Un especialista explica qué nos pasa en estas fechas.
Cajeros abarrotados, largas filas para hacer compras, el tránsito, el calor, el malhumor, el apuro, todo se suma y arma un cóctel que potencia nuestro grado de ansiedad y excitación frente a situaciones cotidianas a la que en diciembre llamamos, “caos”.
Raúl Quisamas es médico Psiquiatra Psicoanalista, y explicó que estas situaciones que la propia gente genera eclosionan cuando se acercan el 24 y el 31 de diciembre.
“Esta permanente movilización nos afecta, el tiempo de balances también nos genera irritabilidad, y mucha gente tiene una mezcla de sentimientos que les da angustia.
Los sentimientos que llevamos por dentro se encuentran con lo que pasa afuera. Son 12 meses acumulados de distintos grados de situaciones por las que se atraviesa durante el año: tristezas, alegrías, emociones, es mucho para una sola persona”.
El profesional relató que si además prendés la tele y pareciera que todo esta mal, o te subís a un taxi y el taxista esta de malhumor, o te empujan en la calle, o por ahí hay malos tratos, eso poco ayuda.
“Lo difícil es saber cómo hacemos una pausa, pero no es imposible hay que intentarlo, abstraerse de todo y buscar a los afectos, buscar un abrazo, una charla, una mirada, o simplemente compartir un momento. Hay mucha gente que se siente muy angustiada por las fiestas, hay quienes me dicen en el consultorio no veo la hora de que esto termine, pero hay que revisar la historia de esa persona, porque puede ser que estas fechas le recuerden alguna situación que no quería, la pérdida de algún familiar, o añora alguna otra navidad que ya no se podrá repetir, un amor que esta lejos. Es en ese momento en donde hay que contener a esa persona que nos necesita y utilizar la presencia como un arte”.
Fuente: MisionesOnLine
Cajeros abarrotados, largas filas para hacer compras, el tránsito, el calor, el malhumor, el apuro, todo se suma y arma un cóctel que potencia nuestro grado de ansiedad y excitación frente a situaciones cotidianas a la que en diciembre llamamos, “caos”.
Raúl Quisamas es médico Psiquiatra Psicoanalista, y explicó que estas situaciones que la propia gente genera eclosionan cuando se acercan el 24 y el 31 de diciembre.
“Esta permanente movilización nos afecta, el tiempo de balances también nos genera irritabilidad, y mucha gente tiene una mezcla de sentimientos que les da angustia.
Los sentimientos que llevamos por dentro se encuentran con lo que pasa afuera. Son 12 meses acumulados de distintos grados de situaciones por las que se atraviesa durante el año: tristezas, alegrías, emociones, es mucho para una sola persona”.
El profesional relató que si además prendés la tele y pareciera que todo esta mal, o te subís a un taxi y el taxista esta de malhumor, o te empujan en la calle, o por ahí hay malos tratos, eso poco ayuda.
“Lo difícil es saber cómo hacemos una pausa, pero no es imposible hay que intentarlo, abstraerse de todo y buscar a los afectos, buscar un abrazo, una charla, una mirada, o simplemente compartir un momento. Hay mucha gente que se siente muy angustiada por las fiestas, hay quienes me dicen en el consultorio no veo la hora de que esto termine, pero hay que revisar la historia de esa persona, porque puede ser que estas fechas le recuerden alguna situación que no quería, la pérdida de algún familiar, o añora alguna otra navidad que ya no se podrá repetir, un amor que esta lejos. Es en ese momento en donde hay que contener a esa persona que nos necesita y utilizar la presencia como un arte”.
Fuente: MisionesOnLine
Fuente: D. Chaco
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