Dentro de los problemas estructurales de la educación argentina, la exclusión y los atrasos en el aprendizaje se agravaron en los últimos tiempos y seguramente se ampliarán como consecuencia de los períodos recesivos obligados por el temor a la gripe A. Pero más allá de lo coyuntural, caso de la pandemia, las exclusiones son empujadas por la mayor pobreza.El Barómetro de la Deuda Social de la Infancia, un estudio de la Universidad Católica Argentina (UCA) y la Fundación Arcor, revela que cuatro de cada diez adolescentes no asiste al colegio o está atrasado en el nivel de escolaridad respecto de su edad. Los jóvenes de 13 a 17 años que no van a clases son 9,5%, en tanto el déficit educativo llega al 19% en los primeros años del secundario (13 y 14 años) y del 41% en el polimodal, de 15 a 17 años, dice el informe.[Leer más]
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