Por iniciativa del Ministerio de Cultura de Buenos Aires y la creatividad de Marta Minujín, en la avenida 9 de Julio y Bartolomé Mitre, se realizó el cierre de homenaje a Julio Cortázar, recordándolo en el 25º aniversario de su muerte.
“Rayuela” una de las más conocida obra del escritor fue el motivo que llevó a Marta Minujín, irreverente plástica argentina que siempre asombra por sus peculiares expresiones artísticas, a utilizar el espacio abierto de la amplia avenida 9 de Julio, diseñando 120 coloridas rayuelas destinadas a despertar el costado lúdico de quienes quisieran intervenir.
El juego de rayuela se inicia en la Tierra con una piedrita que, en este caso, fue una piedra mágica de telgopor fluorescente y con el pie ir llevándola hasta el Cielo. Se iniciaba el juego en la primera de las rayuelas y si se llegaba al Cielo podía continuar en la rayuela siguiente, así hasta llegar a la última.
“Rayuela” una de las más conocida obra del escritor fue el motivo que llevó a Marta Minujín, irreverente plástica argentina que siempre asombra por sus peculiares expresiones artísticas, a utilizar el espacio abierto de la amplia avenida 9 de Julio, diseñando 120 coloridas rayuelas destinadas a despertar el costado lúdico de quienes quisieran intervenir.
El juego de rayuela se inicia en la Tierra con una piedrita que, en este caso, fue una piedra mágica de telgopor fluorescente y con el pie ir llevándola hasta el Cielo. Se iniciaba el juego en la primera de las rayuelas y si se llegaba al Cielo podía continuar en la rayuela siguiente, así hasta llegar a la última.
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