En un callejón sin salida

Claudia Araujo
El conflicto desatado hoy en la provincia por la falta de un aumento salarial para los maestros puso a todos los sindicatos en un callejón sin salida. El viernes pasado se cumplieron apenas diez días desde el comienzo de las clases y sin embargo la mitad de ese tiempo se fue en paros. Gobierno, docentes, alumnos y padres libran hoy una batalla fratricida. Sin ver que un “todos contra todos” no conduce a ninguna parte, mientras que un “todos ante la crisis” puede ser la punta del ovillo.
En no pocas ocasiones se pudo escuchar a más de un sociólogo asegurar que el pueblo argentino tiene una gran virtud: la de sobreponerse a la adversidad y sacar lo mejor de sí para superar una adversidad. Una crisis, sea cual fuere su naturaleza, obliga a replantearlo todo. En el terreno personal, socava las construcciones más sólidas, dejando expuesto y desprovisto a quien la vive. En un sentido colectivo, una situación crítica pone a prueba las relaciones humanas y fundamentalmente a aquellos valores construidos socialmente. Hoy, como en otras épocas, los maestros del Chaco quedaron encerrados en un conflicto flanqueado, por un lado, por la imposibilidad de fondos que argumenta el gobierno y, por otro, por el enojo de padres y alumnos que no quieren perder más días de clases. En ese contexto, la unión hizo la fuerza y ahora esa fortaleza habrá de nutrirse del consenso de las bases. En la medida que los dirigentes sindicales sepan interpretar y administrar lo que la mayoría pide y espera de ellos, esa unidad será beneficiosa para el sistema en su conjunto.