La educación y la larga crisis de la escuela secundaria

Dentro de la crisis marcada y persistente del sistema de educación público, la escuela secundaria se presenta como el eslabón más frágil y conflictivo, y por lo tanto es donde mayores cambios y esfuerzos se deben poner en práctica, en especial para atender el desafío de la obligatoriedad de este nivel previsto por la Ley Nacional de Educación. En gran medida, de las respuestas que se le den a los desafíos de la escuela media dependen cuestiones tan trascendentes como el perfil profesional que se desarrolle y la inclusión laboral de los jóvenes, así como la maduración del compromiso cívico y la actitud ante las reglas que alcancen a construir los futuros mayores. Y esto es así porque en la educación de los adolescentes se ponen en juego las potencias que tienen para afrontar el futuro, y el modo cómo ellas se realicen -o frustren- será decisivo para el porvenir mediato de las capacidades productivas y transformadoras en todas las dimensiones de nuestra sociedad, desde la ciencia y la técnica hasta la economía y el arte. Asimismo, la inclusión escolar y el modo de construir la autoridad y la adhesión a las reglas serán determinantes para reducir -o expandir- el nivel de violencia que se presenta en la sociedad y para profundizar una cultura política que hoy evidencia falencias serias.