Los
vapores de los cigarrillos electrónicos contienen sustancias
cancerígenas, en cantidades muy variables que pueden superar las
concentraciones del humo de cigarrillo tradicional, según un estudio
japonés difundido el jueves.
De acuerdo con este
documento sin conclusiones definitivas, los vapores absorbidos contienen
entre otros a menudo formaldehído, un compuesto también llamado formol,
que se considera favorecedor del cáncer, acroleína, glioxal (o
ethanedial) y también metilglioxal.
“Las tasas
varían considerablemente de una marca a otra e incluso para una misma
marca de una muestra a otra”, destacaron los investigadores, que
midieron las concentraciones de esas diferentes sustancias en cinco
marcas (no citadas) de cigarillos electrónicos.
“En
una de las marcas analizadas, el equipo investigador encontró un nivel
de formaldehído que llegó hasta diez veces más que el contenido en un
cigarrillo tradicional”, explicó el científico Naoki Kunugita, que
dirigió este estudio.
No obstante, la tasa de
formaldehído no es constante, “varía durante la experiencia y aumenta
particularmente en caso de sobrecalentamiento del hilo resistivo
integrado”, precisó.
Los tests fueron realizados
con una máquina que en cada oportunidad lleva a cabo una serie idéntica
de 15 aspiraciones, en diez oportunidades, con el mismo cartucho, con
pausas.
Este informe del Instituto Nacional de
Salud Pública fue entregado el jueves al ministerio japonés de Salud,
que se pregunta, al igual que sus equivalentes en otros países, en qué
medida es necesario regular el uso de los cigarrillos electrónicos sin
nicotina que utilizan líquidos perfumados.
Aunque
en Japón los consumidores de los cigarrillos electrónicos son menos
visibles que los fumadores tradicionales, y los comercios especializados
muchísimo menos numerosos que en los países occidentales, la transición
del tabaco hacia el vapor es un fenómeno creciente que obliga a las
autoridades a preocuparse.
Fuente: Noticias Argentinas/AFP en D. Chaco
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