A una semana del retorno a las escuelas para preparar el inicio de clases, hay preocupación en los maestros por varias cuestiones sin resolver, como salarios, cambios en la currícula, inconvenientes edilicios y la aplicación del programa Progresar
Carina Luz Pérez
perez.carina@diariouno.net.ar
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En una semana, los docentes vuelven a las escuelas para comenzar a preparar el ciclo lectivo 2014, y además de la caliente discusión salarial los maestros tienen varios temas sin resolver que los preocupan: los cambios en la currícula de la secundaria, un panorama de incertidumbres en cuanto a la aplicación del plan Progresar para chicos de 18 a 24 años, los problemas de la infraestructura edilicia, el abordaje de las situaciones de violencia escolar y las normas de convivencia que parecen no poder contenerla.
El calendario de actividades coloca a maestros, profesores y directivos de los diversos niveles en jornadas institucionales en las cuales todos recibirán capacitación laboral. Pero en el caso particular de la secundaria, los profesores deberán empezar a analizar la modificación de los contenidos en las materias del ciclo básico común y la continuidad o no de las orientaciones de cada colegio, según la adecuación que debe hacer la provincia en el marco de la ley nacional de Educación.
En tanto llegan los materiales para las jornadas institucionales, los docentes recibirán a los alumnos desde el 10 de febrero para darles clases de apoyo, ya que las mesas de exámenes para los que deben materias empiezan el 17. También tendrán que recibir a los ingresantes a primer año para su ambientación.
Ante el entusiasmo oficial por empezar a discutir la reforma de la secundaria, los docentes consultados por Diario UNO se mostraron contrariados por la realidad que les toca vivir en sus escuelas.
“Yo trabajo hace 30 años con alumnos, soy maestra y además preparo chicos de escuelas secundarias de todos los años. Cada alumno, cursando la misma materia, trae cosas distintas, según el colegio. En 30 años, sin distinguir colores políticos, hubo tantos cambios en los contenidos de las materias que no se alcanzan a fijar como para ver los resultados. Todo se improvisa y la verdad es que se necesita tiempo para debatir y hacer un trabajo aceptable para modificar contenidos”, indicó desde San Rafael Celia Bustos, maestra de la escuela República del Perú.
Para el profesor de Historia en colegios de Lavalle, Las Heras y Guaymallén –militante de la lista Marrón dentro del SUTE– Alfredo Barbagallo, “la resolución de la DGE esboza cambios graduales, pero no son claros sobre cuál es la idea del Gobierno para las diez modalidades del secundario, qué diferencia habrá entre ellas, y queda la sensación de que algunos docentes pueden quedar sin trabajo. Por ejemplo, en el nivel medio, Historia tenía 6 horas y ahora se divide en dos partes, 4 para esta materia y 2 para Educación Ética, con lo cual cuesta llegar a las 36 horas semanales”.
En este mismo sentido, Ricardo Guiraldes, jefe de enseñanza práctica en dos escuelas técnicas –miembro de la lista Lila del SUTE–, explicó que “la nueva currícula propuesta baja la carga horaria de 10 horas semanales a 6, con lo cual muchos docentes quedarán sin trabajo, porque tampoco se ve que esas horas se pasen al ciclo orientado. Por el momento, hemos tenido una reunión con la Dirección de Educación Técnica para seguir discutiendo este aspecto”.
La violencia
La respuesta oficial a los casos de violencia en la escuela, entre padres y docentes, entre alumnos o entre maestros y estudiantes, también ocupa la agenda de los educadores, ya que el protocolo que se bajó en su momento para actuar frente a estos hechos no conformó porque tenía varios defectos.
La respuesta oficial a los casos de violencia en la escuela, entre padres y docentes, entre alumnos o entre maestros y estudiantes, también ocupa la agenda de los educadores, ya que el protocolo que se bajó en su momento para actuar frente a estos hechos no conformó porque tenía varios defectos.
“En media, el protocolo fue rechazado porque tenía serias dificultades. Primero trabajaba sobre el hecho consumado, no en la prevención. Si el papá debía ser denunciado, se enfrentaba más a la comunidad con la escuela. Se culpabiliza al chico agresor, que deambula de escuela en escuela, pero no se trabaja sobre las causas y, por último, se sobrecarga al docente, que tiene que hacer el seguimiento”, explicó Lorena Gordillo, docente y orientadora social de una escuela marginal.
Elina Giffoni, profesora de Lengua y Literatura de un colegio urbano-marginal de Guaymallén, definió así el proceso de cambios en la secundaria: “Los cambios son buenos, no nos vamos a cerrar por cerrarnos los docentes, pero estamos haciendo cosas lejos de la realidad social que nos rodea. Es maquillaje, y no es una cuestión de más o menos horas de trabajo, es una decisión política de lo que queremos lograr”.
Mismas materias, diferentes contenidos
La nueva secundaria significa que los chicos tendrán un Ciclo Básico Común (CBC) repartido entre 1º y 2º años (antes 8º y 9º), en el que cursarán las mismas materias de siempre, pero con contenidos diferentes.
En el caso del ciclo orientado (ex Polimodal), los estudiantes de 3º, 4º y 5º tendrán una formación más general, similar a la “antigua” secundaria, pero con algunas materias que los acerquen a especialidades elegidas.
La Dirección General de Escuelas, según los lineamientos de los Núcleos de Aprendizaje Prioritario (NAP), planteó esta reformulación, por la cual el CBC queda con la misma parrilla de materias y el ciclo orientado tendrá 5 nuevas orientaciones: Artes, Informática, Deportes, Lenguas y Comunicación, duplicando así la cantidad de especializaciones.
Mónica Soto, subsecretaria de Educación, explicó que los cambios serán aplicados gradualmente y esperan que estén vigentes en su totalidad en el ciclo lectivo 2015.
“En el caso de las nuevas orientaciones, cada escuela deberá evaluar si, de acuerdo a las características de su zona, requiere cambiar la que tenía hasta ahora, agregar otra o continuar igual. Para eso hay que consultar con la comunidad, ver las posibilidades de la infraestructura, los docentes, es un profundo análisis”, dijo la funcionaria.
Aclaró que la diferencia fundamental es que la escuela secundaria que introduce la normativa nacional implica una menor cantidad de materias, de 17 a 10 en el CBC, pero que en el caso de Mendoza ese trabajo ya se había hecho en años anteriores. Y en el caso del ciclo orientado, cambia el peso de las materias generales respecto de las específicas, a favor de las primeras.
También indicó que los docentes han sido consultados y en las próximas jornadas institucionales nuevamente les pedirán opiniones.
Fuente: UNO
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