Bonquiolitis, tos convulsa y gripe, prevenir es la consigna

Salud previene sobre las enfermedades estacionales más frecuentes en niños. Evitar el contagio es la recomendación. ¿Cómo hacerlo?

Dada la prevalencia de virus que causan males respiratorios, los niños y bebés son los más expuestos a diversas afecciones que pueden conllevar a graves complicaciones. En este sentido, los especialistas del Ministerio de Salud Pública, explicaron cuáles son las enfermedades respiratorias más frecuentes que afectan a los pequeños, sus síntomas y los modos más eficaces para prevenirlas.

La especialista de la Dirección de Epidemiología, Antonieta Cayre explicó que la afección más común que perjudica a los niños, y que es motivo de hospitalización en menores de un año, es la bronqueolitis. “Afecta principalmente a los más pequeños, en especial a los bebés menores de seis meses”, indicó.

Así, especificó que esta enfermedad suele comenzar como un resfrío, pero luego de dos o tres días de ese cuadro, algunos niños pueden tener síntomas menores y otros desarrollar más problemas respiratorios, como sibilancias -similar a un silbido en el pecho- y tos. “Esta afección se expresa como una inflamación aguda de los bronquiolos; cuando estas vías se inflaman, se hinchan y se llenan de moco, hacen dificultosa la respiración”, explicó Cayre.

Otra de las enfermedades que puede ser muy grave, sobre todo en bebés, es la enfermedad de coqueluche, más conocida como “tos convulsa”. Al respecto, la referente sostuvo que en un comienzo manifiesta los síntomas de un resfrío común, pero luego de una o dos semanas puede derivar en una tos intensa, rápida y repetida “al punto que la persona tiene que hacer un esfuerzo mayor para respirar”.

Por último, Cayre identificó a la gripe como una enfermedad habitual en los meses de frío. Los síntomas suelen aparecer a las 48 horas de efectuado el contagio y la mayoría de los afectados se recuperan en una o dos semanas sin necesidad de recibir tratamiento médico. Sin embargo, señaló Cayre, “en los más pequeños y niños con enfermedades crónicas, la infección puede conllevar graves complicaciones”.

De esta manera, la funcionaria destacó que “la gripe puede parecer una enfermedad vanal” pero que si no se trata a tiempo o se complica, deriva en neumonía e incluso puede causar la muerte. “Si se la reconoce desde un principio se la puede tratar correctamente y se pueden prevenir estadios más graves”, aseveró.

Evitar el contagio

Cayre indicó que estas infecciones son “altamente contagiosas”, que se transmiten por contacto con secreciones de personas enfermas a través de las gotitas que se diseminan al toser o estornudar y de superficies u objetos contaminados por ellas. En este sentido aclaró que una de las medidas más inmediatas es “evitar el contacto directo del niño -siempre que fuera posible- con personas con gripe o resfrío, tanto en el ámbito familiar, como en las salas de espera de los centros asistenciales”.

“Los bebés se contagian por lo general de sus hermanos mayores o de sus padres que pueden tener la enfermedad sin ni siquiera saberlo, y los casos en niños de edad escolar y pre-escolar se deben principalmente al contacto entre sanos con enfermos”, aseveró.

Entre las situaciones que aumentan el riesgo, se encuentran: asistir a guarderías, compartir chupetes o chupetines, la exposición al humo del cigarrillo, braseros y sahumerios, tener hermanos en edad escolar y vivir en condiciones de hacinamiento.

La vacunación, lo más efectivo

La especialista hizo particular énfasis en que la mejor y más eficaz forma de prevenir las enfermedades y sus consecuencias graves es la vacunación. “Cada vacuna tiene un esquema definido, por lo que se recomienda a los padres cumplir con los esquemas de vacunación de sus hijos, sobre todo en menores de dos años”, resaltó. En esta línea, no dejó de recordar que la inmunización contra estas infecciones se incluye en el Calendario Nacional de Vacunación y se brindan gratuitamente en todos los hospitales y centros de salud de la provincia.

El Calendario incluye cuatro vacunas para dar inmunidad contra la tos convulsa: la pentavalente, que se aplica a los 2, 4 y 6 meses; la cuádruple, a los 18 meses; la triple bacteriana celular, al ingreso escolar; y la triple bacteriana acelular, a los 11 años. “Otra forma de proteger a los bebés menores de seis meses es vacunando a las mamas embarazadas a partir de la semana 20 de gestación”, amplió.

En el caso de la influenza, por esquema, se recomienda colocar dos dosis de la vacuna en los bebés y niños de 6 a 24 meses con un intervalo mínimo de cuatro semanas entre las mismas. A su vez, los niños de 2 a 8 años inclusive, que se vacunan por primera, deben recibir las dos dosis respetando el mismo intervalo.

La cobertura de Salud también incluye la vacuna contra el neumococo indicada para niños menores de 2 años y pequeños entre 24 y 59 meses con factores de riesgo.

Recomendaciones

· Mantener la lactancia materna, al menos hasta que el bebé cumpla los seis meses.

· Mantener la casa libre de agentes que pudieran irritar la garganta y provocar tos, tales como humo, polvo y vapores.

· Lavar las manos de los niños con agua y jabón con frecuencia y enseñarles a repetir el hábito en la escuela y hogar.

· Mantener alejados a los bebés de aquellas personas que están resfriadas o tienen tos.

· Si alguien en la familia tiene alguna infección de las vías respiratorias, debe lavarse las manos antes de manipular al niño.

· En ambientes fríos o con poca calefacción se recomienda ponerle al bebé y al niño una gorra para mantener la temperatura corporal.

· No darles medicamentos sin receta, ni remedios caseros o tés de ningún tipo.

Un bebé y/o niño necesita atención médica urgente cuando:

· Presenta decaimiento y rechaza el alimento.

· Respira rápido y con silbidos o ronquidos.

· Se le hunde el pecho al respirar.

· Tiene alta temperatura corporal (+ de 38°C)

Fuente: DataChaco