En medio de la puja por la CGT, los gremios esperan la negociación de los docentes
Por Marcelo Veneranda | LA NACION
.Con un ojo puesto en las paritarias docentes y el otro en la interna política por el control de la CGT, los sindicatos se preparan para los dos meses más intensos en las negociaciones salariales. El impacto de la crisis internacional en la recaudación, que para los estatales fija los márgenes de aumentos posibles, y la suba en el costo de vida -derivada de la inflación y la quita de subsidios- completan el cuadro de análisis que manejan los gremios.
El calendario de paritarias tendrá su puntapié inicial en febrero, cuando los gremios docentes se sienten a dialogar con el Gobierno. Sin embargo, los acuerdos que se adelantaron -tanto de maestros provinciales como de otros gremios- superaron el 20 por ciento.
El resultado de la paritaria docente es considerado el piso de negociación para el resto de los sindicatos, porque involucra directamente al Estado y suele definir la suerte del resto de los empleados públicos. También, porque debe resolverse antes del 28 de febrero, día que se inicia el calendario escolar establecido por el Ministerio de Educación.
Aunque fijó el inicio de las conversaciones para fines de enero, el Gobierno todavía no citó formalmente a la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (Ctera). Con 320.000 afiliados, es el principal actor gremial del sector y forma parte de la fracción oficialista de la CTA, que lidera el docente Hugo Yasky.
La titular de Ctera, Estela Maldonado, sostuvo que no se definió todavía el pedido que llevarán al Gobierno. "Hablar de porcentajes es tramposo, porque inciden de muy distinta manera según el gremio", explicó, aunque recordó los acuerdos provinciales conseguidos hasta el momento. En Salta, los docentes lograron una suba del 22 por ciento. En Neuquén, del 17%, aunque renegociable en el segundo semestre.
El 22% también es el número que ayer discutían los trabajadores rurales de Uatre en Río Negro. A través del Sindicato de la Fruta, el gremio denuncia que los topes que intenta fijar el Estado provincial están frenando el acuerdo, a pesar de contar con el aval del sector empresario.
Por su parte, los bancarios habían conseguido a fines de diciembre un aumento de 1180 pesos (más 200 no remunerativos). La suma, sin embargo, fue fijada para el primer trimestre de 2012 y a cuenta de la paritaria anual, que se reiniciará en marzo.
Para esa fecha, ya habrán entrado en negociaciones formales los sindicatos más importantes. El 29 de febrero vencen las paritarias acordadas el año pasado con la Uocra, Camioneros y los empleados judiciales. También entran en discusión ese mes los salarios de los docentes provinciales y los estatales enrolados en UPCN y ATE.
A fines de marzo, vencen los acuerdos con la Unión Obrera Metalúrgica y Panaderos, mientras que a fines de abril expiran las paritarias 2011 de empleados de comercio, Alimentación y parte del Sindicato de Sanidad (trabajadores de droguerías).
Desde Camioneros indicaron a La Nacion que el gremio que encabeza Hugo Moyano volverá a discutir salarios con "la inflación del changuito", un criterio tan flexible como alejado de las cifras oficiales que difunde el Indec. El organismos estatal sostuvo el viernes que la inflación de 2011 alcanzó el 9,5%, menos de la mitad de lo que informaron las consultoras privadas (23%).
El 30 de marzo de 2011, cuando todavía lo unía una buena relación con el Gobierno, Moyano intentó fijar un aumento "de referencia" para frenar la puja del resto de los sindicatos. Firmó una suba del 24% con la Casa Rosada, al igual que Gerardo Martínez, el líder de los obreros de la construcción.
La estrategia no rindió frutos. Hubo gremios que cerraron paritarias con alzas de hasta el 36% (visitadores médicos). Incluso, Antonio Caló, el líder de los metalúrgicos que hoy la Casa Rosada exhibe como posible reemplazante de Moyano (ver aparte), consiguió un aumento del 32%. Ni hablar de Facundo Moyano, hijo del camionero, quien firmó una suba del 28,5% para los empleados del peaje.
Menor impacto sectorial podría tener el aumento que Moyano consiga este año. Sucede que tanto los sindicalistas "independientes" como "los Gordos" apuestan a mantener la buena sintonía que ensayaron con la Casa Rosada en los últimos meses. Además de Caló y Martínez, en el primer grupo abrevan Andrés Rodríguez (UPCN), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias) y Ricardo Pignanelli (Smata).
Los referentes de "los Gordos" son Armando Cavalieri (Comercio), Oscar Lescano (Luz y Fuerza), Carlos West Ocampo y Héctor Daer (Sanidad). La tropa, que supo identificarse con el menemismo y el duhaldismo, hoy aspira a volver a sentarse en la mesa de conducción de la CGT. Para eso necesitan que los "independientes" desplacen a Moyano.
Aunque evitan dar números, los gremialistas consultados por La Nacion dan por seguro que esa interna política, que se resolverá con las elecciones de la CGT (previstas para julio), incidirá en cada una de las negociaciones salariales. Si, como los bancarios, el resto de los gremios apuestan a acuerdos trimestrales, lo hará más de una vez.
Por Marcelo Veneranda | LA NACION
.Con un ojo puesto en las paritarias docentes y el otro en la interna política por el control de la CGT, los sindicatos se preparan para los dos meses más intensos en las negociaciones salariales. El impacto de la crisis internacional en la recaudación, que para los estatales fija los márgenes de aumentos posibles, y la suba en el costo de vida -derivada de la inflación y la quita de subsidios- completan el cuadro de análisis que manejan los gremios.
El calendario de paritarias tendrá su puntapié inicial en febrero, cuando los gremios docentes se sienten a dialogar con el Gobierno. Sin embargo, los acuerdos que se adelantaron -tanto de maestros provinciales como de otros gremios- superaron el 20 por ciento.
El resultado de la paritaria docente es considerado el piso de negociación para el resto de los sindicatos, porque involucra directamente al Estado y suele definir la suerte del resto de los empleados públicos. También, porque debe resolverse antes del 28 de febrero, día que se inicia el calendario escolar establecido por el Ministerio de Educación.
Aunque fijó el inicio de las conversaciones para fines de enero, el Gobierno todavía no citó formalmente a la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (Ctera). Con 320.000 afiliados, es el principal actor gremial del sector y forma parte de la fracción oficialista de la CTA, que lidera el docente Hugo Yasky.
La titular de Ctera, Estela Maldonado, sostuvo que no se definió todavía el pedido que llevarán al Gobierno. "Hablar de porcentajes es tramposo, porque inciden de muy distinta manera según el gremio", explicó, aunque recordó los acuerdos provinciales conseguidos hasta el momento. En Salta, los docentes lograron una suba del 22 por ciento. En Neuquén, del 17%, aunque renegociable en el segundo semestre.
El 22% también es el número que ayer discutían los trabajadores rurales de Uatre en Río Negro. A través del Sindicato de la Fruta, el gremio denuncia que los topes que intenta fijar el Estado provincial están frenando el acuerdo, a pesar de contar con el aval del sector empresario.
Por su parte, los bancarios habían conseguido a fines de diciembre un aumento de 1180 pesos (más 200 no remunerativos). La suma, sin embargo, fue fijada para el primer trimestre de 2012 y a cuenta de la paritaria anual, que se reiniciará en marzo.
Para esa fecha, ya habrán entrado en negociaciones formales los sindicatos más importantes. El 29 de febrero vencen las paritarias acordadas el año pasado con la Uocra, Camioneros y los empleados judiciales. También entran en discusión ese mes los salarios de los docentes provinciales y los estatales enrolados en UPCN y ATE.
A fines de marzo, vencen los acuerdos con la Unión Obrera Metalúrgica y Panaderos, mientras que a fines de abril expiran las paritarias 2011 de empleados de comercio, Alimentación y parte del Sindicato de Sanidad (trabajadores de droguerías).
Desde Camioneros indicaron a La Nacion que el gremio que encabeza Hugo Moyano volverá a discutir salarios con "la inflación del changuito", un criterio tan flexible como alejado de las cifras oficiales que difunde el Indec. El organismos estatal sostuvo el viernes que la inflación de 2011 alcanzó el 9,5%, menos de la mitad de lo que informaron las consultoras privadas (23%).
El 30 de marzo de 2011, cuando todavía lo unía una buena relación con el Gobierno, Moyano intentó fijar un aumento "de referencia" para frenar la puja del resto de los sindicatos. Firmó una suba del 24% con la Casa Rosada, al igual que Gerardo Martínez, el líder de los obreros de la construcción.
La estrategia no rindió frutos. Hubo gremios que cerraron paritarias con alzas de hasta el 36% (visitadores médicos). Incluso, Antonio Caló, el líder de los metalúrgicos que hoy la Casa Rosada exhibe como posible reemplazante de Moyano (ver aparte), consiguió un aumento del 32%. Ni hablar de Facundo Moyano, hijo del camionero, quien firmó una suba del 28,5% para los empleados del peaje.
Menor impacto sectorial podría tener el aumento que Moyano consiga este año. Sucede que tanto los sindicalistas "independientes" como "los Gordos" apuestan a mantener la buena sintonía que ensayaron con la Casa Rosada en los últimos meses. Además de Caló y Martínez, en el primer grupo abrevan Andrés Rodríguez (UPCN), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias) y Ricardo Pignanelli (Smata).
Los referentes de "los Gordos" son Armando Cavalieri (Comercio), Oscar Lescano (Luz y Fuerza), Carlos West Ocampo y Héctor Daer (Sanidad). La tropa, que supo identificarse con el menemismo y el duhaldismo, hoy aspira a volver a sentarse en la mesa de conducción de la CGT. Para eso necesitan que los "independientes" desplacen a Moyano.
Aunque evitan dar números, los gremialistas consultados por La Nacion dan por seguro que esa interna política, que se resolverá con las elecciones de la CGT (previstas para julio), incidirá en cada una de las negociaciones salariales. Si, como los bancarios, el resto de los gremios apuestan a acuerdos trimestrales, lo hará más de una vez.
Fuente: La Nación
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