Opinión
"Es coherente mantener la calma sin resolver cosas que generan malestar", consideró Pinero.
Por Norberto PiñeroEn momentos difíciles, de tensión, es de “sonsos”, a un milímetro de la torpeza lo que sería imperdonable, propiciar conflictos o situaciones que produzcan incertidumbre y mayor preocupación entre los trabajadores y de “avivados” generar un escándalo cuando ven la oportunidad de hacerlo.
En ambos casos, lamentablemente, el trabajador quedó relegado ante cuestiones en las que es “convidado de piedra” o que lo perjudican; donde su legitima preocupación no sea manipulada por los inescrupulosos de siempre. Ante el problema ni minimizar ni agigantar, debemos trabajar en soluciones. En ciertas oportunidades es coherente mantener la calma sin resolver cosas que generan malestar aún cuando después se intente aclararlas pues el daño ya fue producido. La Resolución 2182 es un claro ejemplo de lo que no se debe hacer, hasta incluso por prudencia, salvo no se conozca a los docentes, al sistema o se intente generar un conflicto dentro del mismo. Los errores en ciertos niveles no existen por lo tanto lo generado tiene que ver, seguramente, con algo de lo anterior. La preocupación inmediata dio paso a la bronca ante lo que, en la mayoría de los casos, es un claro error de concepto por quien engendra la futura normativa. El Estado posee los medios necesarios para que las estrategias en abordar situaciones que pudieren ser irregulares se encaminen por otras vías y no por la que genera desesperación y posterior caos, salvo que alguno, reitero, pretenda eso. Por otra parte y habiendo reflexionado el Ministerio sobre la gravedad de tan siquiera la posibilidad de bloquear sueldos en forma indiscriminada es importante y rescatable la decisión del Ministro de Educación de “frenar” sus efectos y estudiar caso por caso.[leer más]
"Es coherente mantener la calma sin resolver cosas que generan malestar", consideró Pinero.
Por Norberto PiñeroEn momentos difíciles, de tensión, es de “sonsos”, a un milímetro de la torpeza lo que sería imperdonable, propiciar conflictos o situaciones que produzcan incertidumbre y mayor preocupación entre los trabajadores y de “avivados” generar un escándalo cuando ven la oportunidad de hacerlo.
En ambos casos, lamentablemente, el trabajador quedó relegado ante cuestiones en las que es “convidado de piedra” o que lo perjudican; donde su legitima preocupación no sea manipulada por los inescrupulosos de siempre. Ante el problema ni minimizar ni agigantar, debemos trabajar en soluciones. En ciertas oportunidades es coherente mantener la calma sin resolver cosas que generan malestar aún cuando después se intente aclararlas pues el daño ya fue producido. La Resolución 2182 es un claro ejemplo de lo que no se debe hacer, hasta incluso por prudencia, salvo no se conozca a los docentes, al sistema o se intente generar un conflicto dentro del mismo. Los errores en ciertos niveles no existen por lo tanto lo generado tiene que ver, seguramente, con algo de lo anterior. La preocupación inmediata dio paso a la bronca ante lo que, en la mayoría de los casos, es un claro error de concepto por quien engendra la futura normativa. El Estado posee los medios necesarios para que las estrategias en abordar situaciones que pudieren ser irregulares se encaminen por otras vías y no por la que genera desesperación y posterior caos, salvo que alguno, reitero, pretenda eso. Por otra parte y habiendo reflexionado el Ministerio sobre la gravedad de tan siquiera la posibilidad de bloquear sueldos en forma indiscriminada es importante y rescatable la decisión del Ministro de Educación de “frenar” sus efectos y estudiar caso por caso.[leer más]
.jpg)
Comentarios
Publicar un comentario